Manifestantes tomaron las calles para exigir un alto a la violencia que sufren; en el Edificio de Seguridad y FGE rompieron ventanas; en Plaza de Armas irrumpieron violentamente y en el edificio de la UASLP quemaron una puerta y causaron destrozos

En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, más de 8 mil mujeres marcharon en el Centro Histórico de San Luis Potosí, para exigir justicia para las víctimas de feminicidio, violación y violencia en general. Además, de exigir un alto a la violencia que sufren todas las mujeres.
Las manifestantes salieron a marchar con playeras moradas en su gran mayoría, aunque otras solamente portaban pañuelos morado o verde; también con orgullo alzaban sus pancartas, algunas apoyando la causa y otras denunciando que habían sido víctimas de algún delito.

Desde la Alameda Juan Sarabia, comenzaron a marchar tomando la calle Chicosein, después dieron una semi vuelta para tomar Eje Vial y llegar hasta la Fiscalía General del Estado, donde madres de víctimas de desaparición exigieron acciones para encontrar a sus seres queridos. Durante la marcha se recordó a Odalis, puntualizaron que no fue un suicidio, sino feminicidio.
En su primera parada oficial, aprovecharon para intervenir de forma violenta el Edificio de Seguridad Pública y la Fiscalía, aventando piedras para romper ventanas y hasta aires acondicionando; realizando pintas, colocando carteles y hasta aventando huevos.
Después continuaron marchando hacia las Plaza de Armas, donde también intervinieron de forma violenta en el Palacio de Gobierno, pero les lanzaron un polvo rosa que hizo correr al contingente, aunque algunas manifestantes por un costado insistían en realizar destrozos.
Finalmente, llegaron a la última parada, el Edificio Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), donde comenzaron a pintar y a quitar las protecciones de metal puestas desde días antes para proteger el inmueble histórico.

Con martillos y palos golpeaban las estructuras para quitarlas, con lo que lograron retirar la puerta de metal de la Librería Universitaria.Retiraron parte de la estructura de metal donde sesiona el Consejo Directivo de la Universidad y después comenzaron a quemarla.
En algunos carteles se podía leer: “Si mañana no vuelvo abracen a mi hijo”, “El 91% de las denuncias por agresión sexual quedan impunes”, “Las niñas no se tocan”, “Ni calladitas ni bonitas nunca más”, “El agresor de mi mamá, también es mi agresor “, “Tú indiferencia también es parte del problema”, “vivas nos queremos”, “La maternidad será deseada o no será”, entre otras.
Un grupo pequeño comenzó a agredir a los representantes de la prensa, amenazándolos hasta con quitarles su equipo de trabajo y, los hombres reporteros no tuvieron otra más que retirarse.