El presidente de EE.UU., Donald Trump, ordena una investigación sobre las importaciones de madera, lo que podría resultar en más aranceles adicionales, sumándose a los gravámenes previstos sobre productos de Canadá y México.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el sábado una nueva orden ejecutiva que inicia una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, centrada en las importaciones de madera y productos derivados, como muebles, a través del Departamento de Comercio. Esta medida podría resultar en más aranceles adicionales, sumándose a los gravámenes ya previstos sobre la madera blanda canadiense y productos de Canadá y México, los cuales entrarían en vigor el martes 4 de marzo.
La nueva investigación forma parte de la estrategia de Trump para fortalecer la producción interna de madera en EE.UU. y contrarrestar lo que él considera prácticas comerciales injustas de grandes exportadores de madera como Canadá, Alemania y Brasil. El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, acusó a estos países de “hacer dumping” de madera en los mercados estadounidenses, lo que, según él, representa un riesgo tanto para la economía como para la seguridad nacional.
Trump también destacó la importancia de aumentar la oferta interna de madera, ordenando medidas para agilizar la tala de árboles en tierras públicas y mejorar la recolección de madera caída de bosques. Además, la Casa Blanca anticipa una aceleración en la aprobación de proyectos forestales para facilitar la producción de madera en los EE. UU., incluyendo medidas dentro de la Ley de Especies Amenazadas.
La investigación sobre la madera se suma a una serie de nuevas investigaciones arancelarias ordenadas por Trump, incluida una sobre el cobre, otro metal estratégico, y el reclamo sobre los impuestos a los servicios digitales impuestos por países a empresas tecnológicas estadounidenses. En cuanto a la madera, se ha especulado con la posibilidad de imponer una tasa arancelaria del 25% sobre este producto, lo que incrementaría los aranceles existentes que ya afectan a la madera blanda canadiense con un 14.5% por derechos antidumping.
Esta acción es vista como parte de la postura proteccionista de Trump para reforzar la producción local y contrarrestar lo que considera prácticas comerciales desleales. Sin embargo, algunos sectores, como los constructores de viviendas, han manifestado su preocupación, ya que los aranceles ya impuestos han aumentado los precios de la madera y, por ende, el costo de las viviendas.
La investigación sobre la madera también se suma a las medidas arancelarias que afectan a productos de México y Canadá, lo que podría tener implicaciones en las relaciones comerciales en América del Norte, especialmente si los gravámenes del 25% sobre estos productos entran en vigor el próximo martes.