El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, rechaza la idea de desplegar fuerzas de paz en Ucrania, calificándola de “incitación” a la guerra, y elogia la postura de Donald Trump sobre la necesidad del consenso de todas las partes.
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, expresó su fuerte oposición a la propuesta de desplegar fuerzas de paz europeas en Ucrania, una idea promovida por el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron. Según Lavrov, esta medida sería una “nueva incitación” a la guerra, señalando que la intención de enviar “pacificadores” a Ucrania no haría más que avivar el conflicto. “El régimen de Kiev está empujando una guerra contra nosotros con esta propuesta”, añadió.
Lavrov lamentó que Rusia no haya sido consultada sobre esta posibilidad, y elogió la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, quien, en sus declaraciones, señaló que aún era prematuro discutir la implementación de fuerzas de paz sin el consentimiento de todas las partes involucradas, demostrando, según Lavrov, una comprensión más profunda del asunto.
El pronunciamiento de Lavrov coincide con el inicio de una cumbre en Londres, en la que se discutirán propuestas de alto el fuego para la guerra en Ucrania. Durante la cumbre, que involucra a líderes de Reino Unido, Francia y Ucrania, se debatirá la creación de una coalición internacional para responder a la guerra en Ucrania y asegurar la estabilidad de Europa.
Lavrov también aprovechó la oportunidad para referirse a los orígenes del conflicto en Ucrania, criticando a Europa por no cumplir con los Acuerdos de Minsk, un intento fallido de pacificación entre Ucrania y las fuerzas prorrusas en las regiones de Donetsk y Lugansk. Además, acusó a Europa de haber influido en el cambio de poder en Ucrania, mencionando que tanto el expresidente Petro Poroshenko como el actual presidente Volodímir Zelenski llegaron al poder gracias a la intervención externa y las “bayonetas”. Lavrov calificó a Zelenski de “puro nazi” y criticó la idea de utilizar fuerzas de paz como una solución al conflicto, asegurando que no resolvería las causas fundamentales de la guerra.
