Papa Francisco sigue estable tras crisis respiratoria, aunque su pronóstico es reservado

El pontífice no ha sufrido nuevas crisis tras el broncoespasmo del viernes, pero su estado de salud sigue siendo delicado.

El papa Francisco no ha experimentado nuevas crisis respiratorias después del broncoespasmo sufrido el viernes, que causó un deterioro repentino en su estado de salud, según informaron este sábado fuentes vaticanas. A pesar de la estabilidad registrada en las últimas horas, su cuadro clínico sigue siendo complejo y su pronóstico continúa reservado.

Tras pasar una noche tranquila en el hospital Gemelli de Roma, donde permanece internado desde el 14 de febrero debido a una bronquitis con infección polimicrobiana y neumonía bilateral, el papa se despertó, desayunó, tomó café y leyó los periódicos, indicaron fuentes del Vaticano. Sin embargo, los médicos mantienen una estricta vigilancia sobre su evolución, ya que aún se requieren entre 24 y 48 horas para evaluar los efectos del último episodio de broncoespasmo en su recuperación.

El parte médico del Vaticano destacó que el episodio del viernes no ha afectado a otros órganos y que el pontífice respondió favorablemente a la terapia con ventilación mecánica no invasiva. La crisis, ocurrida por la tarde tras una jornada de fisioterapia respiratoria y oración, provocó un episodio de vómito con inhalación, lo que derivó en complicaciones temporales que requirieron una rápida intervención médica.

Francisco fue sometido a un procedimiento de broncoaspiración para retirar los fluidos inhalados y evitar posibles afectaciones pulmonares. Según el equipo médico, el papa estuvo consciente y cooperó activamente con el tratamiento en todo momento, sin necesidad de intubación.

El incidente generó preocupación, ya que se produjo apenas un día después de que el Vaticano anunciara una ligera mejoría en su estado de salud y asegurara que había superado la fase más crítica de la enfermedad. No obstante, los médicos insisten en que aún es demasiado pronto para determinar si el reciente episodio comprometerá su recuperación.

Mientras el pontífice se mantiene en reposo, fieles y miembros de la Curia romana se congregaron nuevamente en la Plaza de San Pedro para rezar por su salud. La incertidumbre sobre su evolución ha generado expectativas en torno a su posible regreso a las actividades públicas, aunque por el momento no hay un pronóstico claro sobre su salida del hospital ni sobre su capacidad para retomar su agenda pastoral en el corto plazo.

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