El cuadrangular salió por el jardín izquierdo. Porque, por supuesto, tenía que salir por ese lugar. Si hay algo predecible en la joven carrera de Isaac Paredes, es que sus cuadrangulares no cruzan la barda por otro lado. Así lo ha querido el destino, así lo dicta su swing, así se escribió en los libros de historia.
Pero no fue un jonrón cualquiera. Este fue el primero con la franela de Astros, la organización que lo recibió en el invierno en un cambio con Cubs. Un batazo de dos carreras en la parte baja del primer inning, ante Cardinals, en un día que tenía que ser suyo. Paredes no llegó a Houston para ser un simple utility. Paredes llegó con el peso de suplir a Alex Bregman.
Mientras Paredes hizo ruido con su madero al irse de tres dos con dos remolcadas, José Altuve vivió una tarde inusualmente silenciosa. Durante 1,765 juegos en su carrera, la segunda base fue su mundo. Era el territorio que conocía, el espacio donde había construido una carrera de Salón de la Fama. Pero ayer apareció en el lineup en una posición inédita: el jardín izquierdo. El venezolano se ha preparado para desempeñar esta posición, desgraciadamente para él, ayer no fue puesto a prueba.
OHTANI ES EL MISMO DE SIEMPRE
Cualquier preocupación por el estado en el que regresaría después de su cirugía de hombro, fue sacudida por el japonés en su primer turno en el Spring Training ante su exequipo, Angels.
El actual MVP de la Liga Nacional de las Grandes Ligas se voló la barda ante un envió de Yusei Kikuchi.
Por primera vez en su carrera, Ohtani entró a la caja de bateo como campeón de la Serie Mundial y en un swing puso al estadio de pie como una declaración de su óptimo estado de salud.
Ohtani, bateador designado de Dodgers ha conectado 178 cuadrangulares en los últimos cuatro años y es el rostro más visible que tiene el beisbol en la actualidad. Su presencia con el bat detiene a la industria y este año volverá a la lomita para lanzar.
