La presidenta destaca la importancia de reconocer la memoria histórica y erradicar el racismo colonial.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró que España debe pedir perdón por las “atrocidades cometidas” durante la Conquista, al hacer un llamado a la reconciliación en un acto de conmemoración en el Zócalo de la Ciudad de México, por los 500 años de la ejecución del último emperador mexica, Cuauhtémoc.
Durante la ceremonia, Sheinbaum afirmó que “todavía es tiempo” para que el Reino de España ofrezca disculpas por los abusos cometidos durante el periodo colonial, subrayando que un perdón genuino “engrandece tanto a quien lo ofrece como a quien lo otorga”. Este pronunciamiento se da en un contexto de creciente tensión diplomática entre México y España, a raíz de la decisión de Madrid de no enviar un representante a la toma de posesión de Sheinbaum en octubre de 2024, lo que marcó un precedente en las relaciones bilaterales.
La mandataria mexicana, rodeada de autoridades, historiadores y representantes de comunidades indígenas, rindió homenaje a Cuauhtémoc como un símbolo de resistencia, recordando su cruel ejecución a manos de los conquistadores españoles, y destacó la relevancia de recuperar la memoria histórica de las grandes civilizaciones que habitaron México mucho antes de la llegada de los europeos.
“Es importante reconocer que México es una nación maravillosa cuya grandeza se remonta a las grandes civilizaciones que habitaron y siguen habitando estas tierras desde hace cientos de años”, afirmó Sheinbaum. Además, insistió en la necesidad de erradicar los efectos del colonialismo, incluyendo el racismo que surgió durante esa época y persiste hasta hoy en día.
La presidenta subrayó que la única forma de superar estos efectos es mediante la valorización y reivindicación de los pueblos originarios de México, los cuales constituyen “la mejor herencia cultural” del país.
A pesar de las tensiones diplomáticas, Sheinbaum reconoció que existe una relación “muy buena” con España, particularmente en el ámbito económico y cultural, aunque mencionó que “hay un temita” con el país europeo, refiriéndose a las diferencias históricas y políticas que aún persisten entre ambos.
