Autoridades tergiversan resolución y minimizan posibilidad de traslado.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) deben coordinarse con la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) para garantizar el bienestar integral de la elefanta Ely, conocida como “la elefanta más triste del mundo”.
Sin embargo, tras darse a conocer el fallo, SEDEMA emitió un comunicado en el que afirma que la SCJN confirmó que Ely no ha sido víctima de maltrato animal, citando un párrafo fuera de contexto de una resolución previa. Dicho párrafo pertenece a la sentencia inicial del Juicio de Amparo 1056/2021, la cual fue impugnada por el abogado y defensor de Ely, Marcos Czacki.
La nueva sentencia del Juzgado Décimo, que concedió el amparo a Czacki, establece medidas específicas para mejorar el bienestar de Ely, incluyendo la evaluación de sus condiciones de vida en un espacio compartido con otras elefantas, la supervisión de su alimentación con asesoría especializada, la atención médica preventiva y el seguimiento de posibles signos de estrés o problemas emocionales.
Además, la resolución deja abierta la posibilidad de trasladar a Ely a un nuevo espacio si su salud y bienestar lo requieren. Para ello, se ordena la elaboración de un protocolo que determine los posibles destinos, los requisitos técnicos para el traslado y los análisis necesarios para garantizar la seguridad del proceso.
A pesar de estas disposiciones, las autoridades vinculadas a la orden —el Gobierno de la Ciudad de México, SEMARNAT y PROFEPA— se han manifestado en contra de la sentencia, mientras que SEDEMA minimiza la resolución y manipula la información para justificar la permanencia de Ely en cautiverio.
Organizaciones como Abriendo Jaulas Abriendo Mentes han denunciado la tergiversación del fallo y han reiterado que Ely presenta signos de zoocosis, una condición derivada del cautiverio que afecta su salud mental. Desde 2017, la activista Diana Valencia ha documentado las condiciones precarias en las que vive Ely y ha impulsado su traslado al Santuario de Elefantes Brasil, que desde 2018 ha ofrecido recibirla.
Hasta la fecha, las autoridades capitalinas han bloqueado la posibilidad de que expertos internacionales evalúen a Ely para determinar si el traslado es viable, argumentando que el animal recibe los cuidados necesarios. Sin embargo, la resolución de la SCJN obliga a las autoridades a priorizar el bienestar de Ely y, si es necesario, considerar su traslado a un entorno más adecuado.
