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Luisa Yareli, de apenas 9 años de edad, lleva más de dos años sufriendo de neuropatía periférica izquierda, a causa de una inyección mal aplicada en la Nueva Farmacia Salk, donde Mario Fernando Loyola Torres, sin tener cédula profesional, receta medicamentos a las personas y sus empleadas sin ser enfermeras las inyectan.
El padre de la menor, Luis Beltrán Cruz narró que, el 18 de noviembre del 2022, alrededor de las 7:30 de la noche, su hija de sólo 7 años presentaba fiebre, vómito, dolor de cuerpo y cabeza, por lo que decidieron llevarla a la Nueva Farmacia Salk, donde fueron atendidos por Mario Fernando Loyola Torres, quien se ostentó como médico general y, después de revisarla le pidió a una de sus empleadas que la inyectará, aunque no les dijo que medicamentos.
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La trabajadora, Diana Joseline Galindo Pérez, sin ser enfermera, la inyectó y se retiraron a su hogar, esperando que su pequeña hija se recuperará con los medicamentos que le habían suministrado.
Al día siguiente, Luisa Yareli ya no pudo caminar. Trataba de pararse y se caía una y otra vez, por lo que decidieron acudir a urgencias del IMSS, para que fuera atendida, donde les manifestaron que la inyección le causo daño en el nervio ciático.
Ante las citas tan separadas que les daban el IMSS y la urgencia de atención de Luisa Yareli, decidieron llevarla con una neuróloga y neurofisióloga privada de nombre Adriana Patricia Martínez Mayorga, quien le diagnosticó daño del nervio tibial y con el especialista Vicente López Roja, quien les dijo que padecía de neuropatía sensitivo-motora bilateral, izquierda postraumática, los dos les recomendaron terapias, ya que la menor no podía caminar por el dolor y al cual continuará hasta por lo menos los 18 años.
Desde la negligencia médica, han tenido que gastar en especialistas, terapias y medicamentos que los ha dejado en una terrible situación económica, por lo que al principio Loyola Torres, los estaba apoyando con los gastos, pero después se desentendió, por lo que lo denunciaron ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), donde les manifestaron que no era médico y no podían hacer nada para evitar que esta persona siguiera causando daño.
Después acudieron a la Fiscalía General del Estado a presentar una querella y solicitar una indemnización para cubrir los gastos médicos de la menor, pero a la fecha el expediente está detenido y el responsables del daño a su hija sigue recentando y suministrando medicamentos a enfermos sin ningún tipo de supervisión, lo que ha causado daño a más personas.
Luis Beltrán manifestó que, esta difícil situación ya causo estragos en su esposa, Cristina Mayorga, quien ahora sufre de la tiroides y para solventar los gastos tiene que trabajar hasta 12 horas diarias, por lo que exige a la fiscalía que realice su trabajo, al igual que a la Secretaría de Salud del Estado para que supervise este tipo de establecimiento que venden medicamentos a personas sin recetas.
Luis pide apoyo para poder seguir tratando a su hija Luisa Yareli, quien requiere de tratamiento hasta los 18 años, las donaciones se pueden realizar a la tarjeta 4189 1431 3853 1176 de Banorte a nombre de Luis Beltrán Cruz.
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