El presidente busca retomar la tradición de recibir a los campeones de la NFL, tras años de tensiones políticas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que invitará a los Philadelphia Eagles a la Casa Blanca para celebrar su victoria en el Super Bowl LIX, cerrando así cualquier especulación sobre si los campeones de la NFL recibirían la tradicional invitación presidencial.
“Creo que hicieron un gran partido y, sin duda, recibirán esa invitación. Se la merecen, y esperamos verlos aquí”, declaró Trump desde el Despacho Oval. Además, ordenó a su equipo gestionar la invitación “de inmediato”.
Los Eagles conquistaron el trofeo Vince Lombardi el pasado 9 de febrero tras derrotar 40-22 a los Kansas City Chiefs en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, un triunfo que consolidó su dominio en la liga esta temporada.
La invitación a los Eagles marca un cambio de postura con respecto al primer mandato de Trump (2017-2021), cuando las visitas de los campeones deportivos a la Casa Blanca se vieron afectadas por tensiones políticas.
En 2018, los Eagles, que ganaron el Super Bowl LII, recibieron una invitación de Trump, pero cuando se supo que solo enviaban a un pequeño grupo de jugadores, el entonces presidente canceló el evento. La portavoz de la Casa Blanca en ese momento, Sarah Sanders, acusó al equipo de buscar una acción mediática con trasfondo político.
Durante su primer periodo en el poder, Trump solo recibió a los New England Patriots, campeones de la NFL en 2017, mientras que otros equipos campeones optaron por rechazar la invitación o vieron sus visitas canceladas.
El anuncio de Trump sobre la invitación a los Eagles ocurre luego de que el presidente se convirtiera en el primer mandatario en ejercicio en asistir a un Super Bowl, lo que refuerza su interés en el fútbol americano y su intento de acercarse nuevamente a la comunidad deportiva.
Ahora queda por ver si los jugadores y directivos de los Philadelphia Eagles aceptarán la invitación, o si, como en ocasiones anteriores, la política volverá a interferir en la tradicional visita de los campeones de la NFL a la Casa Blanca.
