La presidenta destaca que lo más importante es que la medida ya quedó en la Constitución.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró su postura de que la reforma constitucional contra el nepotismo y la reelección debía aprobarse para 2027, pero aseguró que respeta la decisión del Congreso de aplazar su implementación hasta 2030.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que su propuesta original contemplaba la entrada en vigor en 2027, pero los legisladores de la Cuarta Transformación optaron por modificar la fecha para lograr consenso con otras fuerzas políticas.
“Lo mandé en 2027 y mi posición sigue siendo que debe aprobarse para el 2027. Entiendo que, en el acuerdo para poder tener la mayoría de los partidos que son parte de la alianza del movimiento, acordaron que sea para el 2030”, explicó la mandataria.
El Senado de la República aprobó esta reforma con 127 votos a favor, estableciendo la prohibición de la reelección inmediata y evitando que familiares directos hereden cargos públicos. Sin embargo, la decisión de retrasar su aplicación generó división entre los legisladores. En lo particular, la modificación para que entre en vigor en 2030 se aprobó con 97 votos a favor y 26 en contra.
Dicha decisión ha sido criticada por la oposición, que sostiene que el aplazamiento favorece a políticos en funciones que buscarían contender en elecciones estatales y federales de 2027.
Pese a ello, Sheinbaum celebró la aprobación de la reforma y pidió valorar su impacto a largo plazo:
“Lo importante es que ya está en la Constitución. A partir del 2030, no habrá reelección ni nepotismo en los cargos públicos. Eso es un avance significativo para nuestra democracia”, afirmó.
La mandataria aseguró que, aunque algunos políticos podrían aprovechar la brecha hasta 2030, la ciudadanía sabrá evaluar de manera crítica a quienes intenten perpetuar sus círculos familiares en el poder.