Deportados relatan abusos mientras eran trasladados a México, a pesar de la negación de violaciones de derechos humanos por parte del Gobierno mexicano.
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Migrantes mexicanos deportados de EE. UU. han denunciado el trato recibido por las autoridades estadounidenses durante su proceso de deportación. Según los testimonios, los deportados fueron mantenidos encerrados durante varios días, en muchos casos esposados, antes de ser enviados de regreso a México.
Uno de los casos más impactantes fue el de Iván Ramos Reyes, originario de Chihuahua, quien relató que fue detenido tras ser abordado por la policía bajo el pretexto de no haber encendido las luces de su vehículo. Tras dos días de detención, fue enviado a México después de casi una década en Las Vegas, donde trabajaba en la construcción. Ramos expresó su frustración, ya que perdió todo lo que había construido en EE. UU. debido a su estatus migratorio irregular.
Otros deportados, como Rogelio y Daniel, también compartieron relatos de trato indigno, incluyendo el ser mantenidos esposados sin saber su destino ni el motivo exacto de su detención.
El Gobierno de México ha negado las acusaciones de abusos y violaciones de derechos humanos, sosteniendo que los migrantes no llegan a México en condiciones indignas. Juan Ramón de la Fuente, canciller mexicano, insistió que en suelo mexicano los deportados no son tratados de manera inapropiada.
Sin embargo, algunos migrantes, como Rogelio, insisten en que el trato recibido en EE. UU. fue diferente. Otros, como Daniel, ironizaron sobre su situación, mostrando la desesperación y el malestar que vivieron durante su deportación.
Desde la inauguración del Centro de Atención a Deportados en Tijuana, el Gobierno mexicano ha recibido a 754 deportados, en su mayoría hombres. Muchos de ellos se han trasladado a otros albergues de migrantes en la ciudad, mientras que otros han recibido ayuda para regresar a sus hogares. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, especialmente para aquellos que intentan cruzar nuevamente a EE. UU. tras ser deportados.
Las acusaciones de maltrato y abuso durante el proceso de deportación siguen siendo un tema de controversia, con el Gobierno mexicano buscando defender los derechos de sus ciudadanos mientras se enfrentan a un sistema de inmigración cada vez más restrictivo en los EE. UU.