La investigadora Ana María Cetto destaca que la física cuántica tiene un gran potencial para abordar problemas como el cambio climático y la optimización de energías renovables.

La ciencia cuántica no es magia, sino un campo científico con grandes perspectivas para enfrentar los retos ambientales que nuestro planeta enfrenta, afirmó Ana María Cetto Kramis, investigadora del Instituto de Física de la UNAM. En su conferencia titulada “Ciencia y tecnología cuántica: realidades y promesas”, en el marco del evento anual “Quantum@UNAM: A 100 años de la revolución cuántica que cambió nuestras vidas”, Cetto destacó cómo los avances de la física cuántica pueden contribuir significativamente en áreas como la modelación climática, optimización de energías renovables y monitoreo de fenómenos ambientales.
Durante su intervención, Cetto subrayó que la cuántica abre nuevos campos de investigación y desarrollo, destacando las posibilidades en semiconductores, nanomateriales con propiedades específicas y optoelectrónica, que combina fotónica y microelectrónica. Estos avances podrían ser clave para la soberanía tecnológica de países como México.
A lo largo del siglo que ha transcurrido desde la formalización de la física cuántica, esta disciplina ha sido el pilar de tecnologías que transformaron la vida cotidiana, como la cirugía láser, la microelectrónica, la geolocalización precisa y la imagenología de alta resolución, además de la emergente criptografía cuántica.
En su charla, Cetto mencionó la teleportación cuántica, que permite transmitir información a través de distancias sin importar la separación física entre dos puntos, gracias al fenómeno del entrelazamiento cuántico. Además, habló sobre la computación cuántica, que aunque ha mostrado avances prometedores, aún tiene un largo camino por recorrer. Esta tecnología, basada en los “qubits”, permite realizar cálculos mucho más rápidos y desarrollar algoritmos innovadores gracias a la capacidad de los qubits de estar en dos estados simultáneamente.
Por otro lado, los criptosistemas cuánticos, basados en las leyes de la física cuántica, prometen una seguridad cibernética sin precedentes, ya que, teóricamente, serían imposibles de hackear.
La investigadora destacó también los avances experimentales, como las mediciones de precisión extraordinaria, el desarrollo de moléculas a diseño y la manipulación de partículas con láser, que permiten una mayor comprensión y control sobre fenómenos a escalas extremadamente pequeñas.
Cetto hizo un llamado a los jóvenes para que se involucren en el campo de la ciencia cuántica, pues consideró que esta disciplina tiene un vasto potencial y posibilidades de desarrollo. “Los fenómenos cuánticos se pueden entender y explicar, y hay una causa para cada uno de ellos”, concluyó.