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Roberta Jiménez Zambrano y Daniela Méndez Vasconcelos no soñaban con ser agentes FIFA cuando eran niñas. En un mundo donde el futbol parecía reservado para los hombres, nunca imaginaron que su pasión por el deporte las llevaría a representar jugadores, negociar contratos, orientar, encaminar y acompañar a jóvenes talentos en su camino al éxito.
Orgullosas, Daniela admite que siempre ha estado involucrada en el mundo del futbol, al tener oportunidad de jugar colegial en los Estados Unidos y México. Su socia y compañera en esta aventura. Roberta, también desde pequeña, se dedicó a jugar, la pasión, por este deporte, la rebasó e hizo que sus estudios en finanzas, sólo le aportaran, pero no fueron la base decidieron su futuro.
Hoy, ambas son agentes certificadas por la FIFA, fundaron Femium Sports (femenil), que trabaja de la mano con Hijar Sports (varonil). Ambas laboran con la convicción de que su tarea va mucho más allá de fichajes y comisiones. Son consejeras, guías y en muchas ocasiones, el apoyo emocional que un futbolista necesita en las vicisitudes.
UN CAMINO CON OBSTÁCULOS, PERO TAMBIÉN CON OPORTUNIDADES
Convertirse en agente FIFA no es un proceso sencillo. En 2023, la FIFA implementó una nueva regulación para profesionalizar esta labor, exigiendo un examen basado en un documento de 800 páginas lleno de normativas y reglas sobre transferencias. Roberta y Daniela aceptaron el reto y hoy forman parte del selecto grupo de agentes certificadas.
“No fue fácil, pero nos preparamos con mucha disciplina”, cuenta Daniela. “Esta regulación es un gran avance, porque ahora los agentes debemos tener conocimiento real sobre la industria y no solo contactos”,.
Sin embargo, tener la licencia es solo el primer paso. En un mundo donde la figura del agente ha sido cuestionada por malas prácticas en el pasado, ganarse la confianza de los jugadores y sus familias es el verdadero desafío.