
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro desestimó el miércoles como vagas las acusaciones de que orquestó un intento de golpe para permanecer en el cargo a pesar de su derrota electoral en 2022 y afirmó que los cargos son el resultado de un régimen autoritario que se inventa enemigos internos.
El fiscal general Paulo Gonet acusó el martes a Bolsonaro de idear un plan multifásico para mantenerse en el poder a pesar de su derrota ante el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, incluyendo un supuesto plan para envenenar a Lula y asesinar al juez del Supremo Tribunal Alexandre de Moraes, un adversario del expresidente.
Lula dijo el miércoles que la etapa actual era “solo la acusación” y afirmó que Bolsonaro y las otras 33 personas que enfrentan cargos por conspirar para dar un golpe tendrían todo el derecho a defenderse.
Bolsonaro se pronunció en X e Instagram diciendo que “el truco de acusar a líderes de la oposición democrática de conspirar para dar golpes no es algo nuevo”.
“Cada régimen autoritario, en su ansia de poder, necesita inventarse enemigos internos para justificar la persecución, la censura y los arrestos arbitrarios”, expresó Bolsonaro. Comparó sus problemas legales con los que enfrentan los opositores en Venezuela, Cuba y Nicaragua, todos liderados por gobernantes de izquierda.