18 de febrero: Día Internacional del Síndrome de Asperger

Cada 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una condición del espectro autista que afecta la socialización, comunicación y los intereses de quienes lo padecen.

El 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una fecha destinada a sensibilizar al mundo sobre esta condición que forma parte del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Aunque el término “Síndrome de Asperger” fue sustituido por “Autismo Grado 1” en los criterios diagnósticos más recientes, la jornada sigue siendo una oportunidad para reconocer a las personas que viven con esta condición y luchar por su inclusión social.

El síndrome de Asperger es un trastorno neurológico que afecta las habilidades sociales y la comunicación de quienes lo padecen, sin que haya un retraso significativo en el desarrollo cognitivo o del lenguaje. Las personas con Asperger suelen tener intereses muy específicos e intensos, y aunque no presentan un retraso en el lenguaje, su forma de comunicarse puede resultar peculiar, a menudo con un habla formal, literal y a veces difícil de comprender para los demás.

Una de las características principales del síndrome de Asperger es la dificultad para interpretar las señales sociales, como el lenguaje corporal, el tono de voz o las expresiones faciales. Esto puede generar dificultades para establecer relaciones sociales y comunicarse de manera efectiva con los demás. Sin embargo, las personas con esta condición también tienen habilidades especiales, como una gran capacidad para concentrarse en un área de interés y adquirir conocimientos profundos en esos temas.

A pesar de las dificultades en la interacción social, muchas personas con Asperger son altamente funcionales y pueden llevar una vida independiente, con el apoyo adecuado. Los profesionales y las familias pueden ayudar a las personas con esta condición a mejorar sus habilidades sociales mediante intervenciones tempranas y programas educativos específicos.

El término “Síndrome de Asperger” fue acuñado por el pediatra austriaco Hans Asperger en 1944, quien identificó un patrón de características en niños que presentaban una inteligencia promedio o superior a la media, pero que tenían problemas significativos en la interacción social. Sin embargo, el legado de Asperger ha sido objeto de controversia debido a su vinculación con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, ya que su trabajo se desarrolló bajo el contexto del Tercer Reich. Aunque este hecho no ha desvirtuado el reconocimiento al síndrome, ha llevado a un debate sobre la utilización de su nombre en la terminología médica.

En 2013, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) cambió la denominación y el diagnóstico de Asperger, incluyéndolo como parte del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Este cambio, aunque respaldado por muchos, también ha generado reacciones encontradas entre las personas diagnosticadas y sus familias, quienes consideran que el término Asperger sigue siendo relevante para describir la condición.

A pesar de las controversias históricas y terminológicas, el 18 de febrero sigue siendo un día de reflexión y apoyo para las personas con Asperger. Este trastorno se estima que afecta a siete de cada mil niños en el mundo, con una prevalencia creciente. En México, aproximadamente 120,000 personas viven con el trastorno, pero muchas de ellas no son diagnosticadas hasta la edad adulta, lo que impide una intervención temprana que podría mejorar su calidad de vida.

Este día también pone de manifiesto la necesidad de crear conciencia y ofrecer apoyo tanto a los afectados como a sus familias. Los expertos sugieren que la intervención temprana y el diagnóstico oportuno son cruciales para el desarrollo y el bienestar de las personas con Asperger, ya que el cerebro está en pleno crecimiento en los primeros años de vida, lo que facilita la adaptación y la mejora en las habilidades sociales.

A lo largo de todo el mundo, se organizan actividades y eventos para visibilizar el síndrome y crear espacios de inclusión. Familias, amigos y defensores de los derechos de las personas con TEA se reúnen para alzar la voz por una mayor comprensión y una integración plena en la sociedad.

El Día Internacional del Síndrome de Asperger también hace un llamado a la sociedad en general para reconocer la diversidad neurocognitiva y luchar contra el estigma y la discriminación que enfrentan las personas con este trastorno. A medida que crece la visibilidad de las personas con Asperger, también lo hacen las oportunidades de inclusión en la educación, el empleo y la vida social. La conciencia social y el apoyo adecuado son esenciales para que estas personas puedan tener una vida plena y desarrollarse en su máximo potencial, con los recursos y la comprensión necesarios para superar las barreras sociales que a menudo enfrentan.

En este día, es fundamental recordar que cada persona con Asperger tiene sus propias fortalezas y desafíos, y que, al igual que cualquier otra persona, merece un entorno que valore sus capacidades y le brinde las oportunidades para contribuir a la sociedad. La visibilidad y la educación sobre el síndrome son pasos cruciales hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa con la diversidad neurocognitiva.

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