Un reloj de arena con la frase “El tiempo se está agotando” reaviva tensiones en el conflicto entre Israel y Hamás.
En medio del tenso proceso de liberación de rehenes en la Franja de Gaza, el grupo islamista Hamás entregó un reloj de arena con el mensaje “El tiempo se está agotando” a uno de los tres israelíes liberados este sábado. El gesto, interpretado como una advertencia, iba dirigido a Einav Zangauker, madre de Matan, un cautivo que aún permanece en poder del grupo.
La entrega se realizó durante una ceremonia en Gaza, donde decenas de milicianos palestinos enmascarados y armados recibieron a los tres rehenes: Sagui Dekel-Chen (36 años), Alexander Trufanov (29 años) e Iair Horn (46 años). En el evento, organizado por Hamás, se exhibieron pancartas con frases como “No habrá migración, salvo a Jerusalén”, reafirmando su postura en el conflicto.
El canje de rehenes forma parte del acuerdo de tregua alcanzado el pasado 15 de enero entre Israel y Hamás, que hasta el momento ha permitido la liberación de 24 rehenes—19 israelíes y 5 tailandeses—a cambio de 985 prisioneros palestinos. Sin embargo, la situación sigue siendo incierta, ya que 70 de los 251 secuestrados por Hamás el 7 de octubre de 2023 siguen en cautiverio.
La liberación de los tres rehenes se produjo en un contexto de crecientes tensiones. Hamás había amenazado con suspender el intercambio de prisioneros argumentando que Israel había violado el alto el fuego. Sin embargo, la advertencia fue retirada tras declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien celebró la liberación y reafirmó el respaldo de su país a las decisiones que Israel tome una vez vencido el plazo del acuerdo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, atribuyó la liberación de los rehenes a la “firme postura” de Trump y reiteró que su país está “preparado para cualquier escenario” en caso de que el conflicto se reavive. Mientras tanto, el ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que las tropas israelíes en Gaza se encuentran en máxima alerta y listas para actuar en caso de que Hamás incumpla su parte del acuerdo.
Por su parte, Hamás y la Yihad Islámica Palestina criticaron duramente que las autoridades israelíes vistieran a los prisioneros palestinos con camisetas que llevaban la estrella de David y la frase en árabe “Ni olvidaremos, ni perdonaremos”, calificándolo como un “crimen racista”.
Con la tregua en su primera fase, Hamás instó a Israel a no retrasar el inicio de las negociaciones previstas con mediadores internacionales para definir los términos de la segunda etapa del acuerdo, que debería comenzar el 1 de marzo. Según lo pactado, el grupo islamista deberá liberar a 33 rehenes más, tanto vivos como fallecidos, incluyendo a todas las mujeres y niños en su poder.
El gesto de Hamás al entregar el reloj de arena agrega un nuevo nivel de tensión al conflicto, mientras la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de las negociaciones y el destino de los cautivos aún retenidos en Gaza.
