El guardavidas ya había dado previas indicaciones de que el menor se encontraba en zona peligrosa
Se hizo público el caso de un guardavidas que fue agredido por salvarle la vida a un niño. La información fue brindada por el medio extranjero Teledoce, quien pudo entrevistar al coordinador de guardavidas en su programa Esta boca es mía.
El caso sucedió este viernes 7 de febrero al rededor de las cinco de la tarde en la playa conocida como La Barra, ubicada en Punta del Este, Uruguay, donde, de acuerdo con los informes del coordinador de guardavidas de Maldonado, Carlos Curbelo, se llevó a cabo un acto de violencia.
El conflicto surgió luego de que un salvavidas notó que un pequeño de tres años de edad se había alejado de la zona segura para nadar, por lo que se acercó con la madre y le indicó que fuera por el, pues podría ser peligroso debido a las fuertes corrientes, sin embargo, ella no hizo caso.
En lugar de ir por el pequeño, la mujer hizo caso omiso y se fue a buscar a su esposo, dándole la espalda al menor, lo que en cuestión de segundos se transformó en una situación de peligro, pues comenzó a ser jalado por la corriente, como se había advertido con anterioridad.
De acuerdo a Curbelo, el guardavidas ingresó inmediatamente al agua para rescatar el menor, quien ya estaba llorando de preocupación: “lo sacó literalmente de abajo del agua”, explicó el coordinador.
Tras entregarlo a los padres, el salvavidas les señaló que si hubieran hecho caso a sus previas indicaciones todo eso se habría evitado. Según el relato de Carlos, el joven sí estaba exasperado y sí se dirigió a los padres con tono fuerte, pero nunca les faltó al respeto.
Cegado por la preocupación y el enojo, el padre comenzó a gritarle al hombre que había salvado la vida de su hijo que no debía meterse y que ellos le “pagaban” para eso, pues ese era su trabajo, posteriormente, ya escalada la discusión, le dio un golpe con el puño en la cara.
La víctima quedó con un pómulo hinchado, sin embargo, nunca agredió al padre. Por otra parte, compañeros y otros turistas tuvieron que intervenir para detener el acto de violencia que se llevaba a cabo.
