El Bayern, potencial rival de Atlético y Leverkusen en octavos de final, pasó de tener medio billete en su mano (ganaba 0-2 a 10’ del final) a terminar pidiendo la hora en Celtic Park (1-2), dejándolo todo abierto para la vuelta.
JOTA, SUPLENTE
Sin Furuhashi, traspasado al Rennes en enero, y con el retornado Jota esperando de inicio en el banquillo, los locales salieron envalentonados por su afición, fuera de sí cuando a los pocos segundos Kuhn sorprendió a Neuer con un tiro lejano.
Un fuera de juego posicional de Idah evitó que el tanto subiera el marcador, dando inicio al monólogo de un Bayern que, eso sí, no intimidó hasta los minutos finales del primer tiempo. Kane, en posición franca, no encontró los tres palos tras un córner botado por Olise, autor del 0-1 poco después.
El ex del Crystal Palace, brillante desde su llegada a Múnich, recortó muy bien ante Greg Taylor y se sacó un latigazo imparable que entró pegado al palo corto del incombustible Schmeichel.
El segundo gol alemán, obra de Kane, llegó a los cuatro minutos de la reanudación, en una acción muy similar a la que precedió al de Olise. En esta ocasión, el ‘killer’ inglés no falló de volea, dándole al Bayern una calma que se vio rápidamente perturbada.
Un penalti de Upamecano sobre Engels, invalidado a instancias del VAR en el 54’, fue la antesala del arreón final del Celtic, que encontró su recompensa en el 79’ con el definitivo 1-2 de Maeda. El martes, el Allianz Arena dictará sentencia.
