Activistas se organizan para monitorear las redadas de ICE y evitar que los migrantes trabajadores caigan en detenciones masivas.
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En las madrugadas, conductores latinos se agrupan en varios puntos de San Diego para formar la llamada “Patrulla Comunitaria”, un esfuerzo conjunto para alertar a la comunidad sobre la presencia de autoridades migratorias que realizan redadas. Esta organización tiene como objetivo proteger a los migrantes trabajadores, en su mayoría sin antecedentes criminales, que se encuentran en el objetivo de detenciones masivas.
Los miembros de la Patrulla Comunitaria se coordinan en grupos pequeños y recorren diferentes vecindarios alertando, mediante redes sociales, sobre las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). “La intención es avisar a las familias trabajadoras, porque los agentes no solo buscan a una persona en específico, sino que se lanzan a toda la comunidad”, explica Adriana, activista local.
El grupo destaca que, aunque ICE suele tener objetivos específicos basados en inteligencia, las redadas actuales tienden a ser más amplias, afectando a trabajadores de servicios, hoteles, construcción, fábricas, y jardinería, entre otros sectores. Para alertar a la comunidad, la Patrulla utiliza vehículos con imanes que muestran el logo de la organización y un mensaje claro: “Protegiendo a la comunidad del terror de ICE y la Policía”.
El grupo fue fundado después de la segunda investidura del presidente Donald Trump, quien prometió llevar a cabo una “gran deportación” en Estados Unidos. Desde entonces, los miembros se han entrenado para identificar vehículos de ICE que operan de manera encubierta, como aquellos con vidrios polarizados y sin placas visibles.
Cuando los patruyeros identifican estos vehículos, utilizan sus redes sociales para emitir alertas en tiempo real, describiendo los vehículos y las calles que los oficiales están recorriendo. Los seguidores en línea reaccionan rápidamente, agradeciendo las alertas y ofreciendo ayuda. La información también ha comenzado a replicarse en otras ciudades del condado de San Diego, como Escondido, Vista y Fallbrook, donde se han formado patrullas comunitarias adicionales.
La meta es clara: proteger a los trabajadores migrantes y garantizar que puedan vivir y trabajar en paz sin el temor constante de ser detenidos y deportados. Sin embargo, ICE aún no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre estas prácticas.