El pontífice instó a la Iglesia a no ceder ante narrativas discriminatorias y pidió solidaridad con los migrantes.
![](https://elheraldoslp.com.mx/new/wp-content/uploads/2025/02/image-336.png)
El papa Francisco criticó las deportaciones masivas de migrantes en Estados Unidos, asegurando que estas “lastiman la dignidad de muchos hombres” y ponen en una situación de vulnerabilidad extrema a quienes han sido forzados a dejar su hogar por pobreza, violencia o persecución.
En una carta dirigida a los obispos de EE.UU., el pontífice instó a la Iglesia y a todos los fieles a no caer en discursos discriminatorios que generan sufrimiento innecesario a los migrantes y refugiados.
“El acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, inseguridad, explotación o persecución, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión”, escribió Francisco en la misiva.
Sin mencionar directamente al presidente Donald Trump, el papa indicó que sigue de cerca el programa de deportaciones masivas de su administración y llamó a la sociedad a evaluar críticamente cualquier medida que vincule la migración irregular con la criminalidad.
El líder de la Iglesia católica también subrayó que, aunque los gobiernos tienen derecho a garantizar la seguridad de sus ciudadanos, no deben hacerlo a costa de los derechos de los más vulnerables. “El verdadero bien común se promueve cuando la sociedad y el gobierno acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles, desprotegidos y vulnerables”, enfatizó.
Francisco alertó que una política migratoria basada en la fuerza y no en el respeto a la dignidad humana “mal comienza y mal terminará”. Además, reconoció la labor de los obispos y organizaciones que apoyan a los migrantes, asegurando que “Dios premiará abundantemente todo lo que hagan a favor de la protección y defensa de quienes son considerados menos valiosos, menos importantes o menos humanos”.
El pontífice finalizó su mensaje con un llamado a la unidad y la solidaridad, exhortando a construir “puentes en lugar de muros” y pidiendo a la Virgen de Guadalupe que proteja a las personas que sufren por la migración y la deportación.