Gina Esquinca denuncia públicamente a su padre, Héctor Armando Esquinca Avilés, por presuntos abusos y violencia, y exige su destitución como director en la UNACH.
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En un caso que ha conmocionado a la comunidad académica y a la sociedad chiapaneca, Gina Gabriela Esquinca Rincón ha denunciado públicamente a su padre, Héctor Armando Esquinca Avilés, director de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), por presuntos abusos sexuales, violencia física y psicológica sufridos durante su infancia y juventud en Tapachula, Chiapas.
La mujer de 46 años, psicóloga clínica y organizacional, activista y madre de dos hijos, ha decidido dar un paso valiente al exponer los hechos tras años de sufrimiento. En sus declaraciones, Esquinca relata que no solo ella fue víctima de su padre, sino que otros miembros de su familia también sufrieron abuso a manos de él. La denuncia fue presentada ante la Fiscalía General del Estado de Chiapas, y ha sido respaldada por múltiples testimonios de otras posibles víctimas.
Gina Esquinca expuso en redes sociales y en diversas entrevistas su dolor y su lucha por la justicia. En sus publicaciones, señala que la situación fue conocida por varios miembros de la familia, incluidos su madre y abuelos, pero no fue hasta que su madre falleció en mayo pasado que ella se sintió con el valor suficiente para hablar públicamente.
El caso ha generado una fuerte reacción en la comunidad universitaria y en organizaciones feministas. La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas ha expresado su preocupación ante las acusaciones y ha iniciado investigaciones. La Comisión también ha implementado medidas precautorias para proteger la integridad de la comunidad académica y administrativa de la UNACH, en respuesta a los graves señalamientos.
Por su parte, la Universidad Autónoma de Chiapas emitió un comunicado en el que asegura que tomará responsabilidad por los hechos y que actuará conforme a los principios de presunción de inocencia, aunque no ha confirmado si se tomará alguna medida inmediata contra el señalado. En su mensaje, la rectoría también subrayó que se aplicarán acciones afirmativas para proteger los derechos de las personas afectadas, con enfoque en la perspectiva de género y el debido proceso.
Mientras tanto, la denuncia de Gina Esquinca ha adquirido gran resonancia en medios de comunicación y redes sociales, donde otros testimonios de víctimas de posibles abusos en el ámbito universitario se han hecho públicos, creando una ola de apoyo y solidaridad hacia las personas afectadas.
El colectivo “Dignidad Universitaria” se ha unido a la denuncia, y la Fiscalía de la Mujer en Chiapas ha informado que atenderá de forma directa la situación. Además, el caso ha generado un llamado a las autoridades a tomar medidas más firmes para evitar impunidad en casos de abuso dentro de instituciones educativas.
Este hecho destaca la importancia de crear mecanismos más efectivos para la protección de los derechos de las víctimas y el fortalecimiento de la confianza en las instituciones encargadas de hacer justicia.