Migrantes en Tapachula participan en programa de asistencia humanitaria del gobierno federal y de Chiapas.
En Tapachula, la mayor ciudad de la frontera sur de México, migrantes que quedaron varados debido a las restricciones impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, están siendo integrados a cuadrillas municipales para colaborar en el embellecimiento de la ciudad. Este programa forma parte de la asistencia humanitaria ofrecida por el Gobierno Federal y el Gobierno de Chiapas, cuyo principal objetivo es ayudar a los migrantes a cubrir sus necesidades básicas mientras esperan sus trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Migrantes como Carlos, quien pertenece a la comunidad LGBTI y huyó de Cuba por problemas de discriminación sexual, expresaron su agradecimiento por el apoyo recibido en México. “El Gobierno de México nos ha abierto las puertas y ha respetado nuestros derechos humanos”, comentó Carlos, quien se siente agradecido por la oportunidad de trabajar mientras espera el avance de su trámite migratorio.
Desde el 20 de enero, tras el regreso de Trump a la presidencia de los Estados Unidos y el endurecimiento de las políticas migratorias, miles de migrantes, como Adán Antonio de El Salvador, han llegado a México, buscando una opción de vida mientras se enfrentan a las dificultades de las restricciones en la frontera estadounidense.
El Gobierno de México ha prometido ofrecer asistencia humanitaria a estos migrantes, incluyendo vuelos de regreso voluntario a sus países de origen. Sin embargo, algunos migrantes, como el haitiano Visal Yamal, han decidido quedarse en México, agradeciendo el programa de empleo temporal que les permite sobrevivir mientras agilizan sus procesos migratorios.
Los funcionarios locales aseguran que Chiapas y México siguen siendo lugares hospitalarios, donde los migrantes no son criminalizados ni discriminados, sino que se les reconoce su derecho a buscar un futuro mejor.
