Uriel Carmona, exfiscal de Morelos, rechazó las acusaciones detrás de su destitución y aseguró que fue un “albazo” sorpresivo relacionado con su solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco.
El exfiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, calificó su destitución como un “albazo”, argumentando que no tiene fundamento y que el proceso fue un acto sorpresivo y sin derecho a defensa. En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, Carmona explicó que la razón de su destitución se basa en la denuncia que presentó en contra del exgobernador Cuauhtémoc Blanco por un intento de violación hacia su media hermana.
Carmona aseguró que, en su calidad de fiscal, cumplió con su deber al recibir la denuncia y presentar la solicitud de desafuero del diputado federal Cuauhtémoc Blanco. “Lo que si me queda claro es que fue un albazo, una cosa sorpresiva”, señaló, añadiendo que su destitución no tiene fundamento y que esto lo llevará a los tribunales.
El exfiscal explicó que aún está evaluando si impugnará su destitución, pero dejó claro que no busca “aferrarse al cargo”, sino más bien defender su honorabilidad y su trabajo como fiscal.
“Para la destitución de un fiscal se requiere que haya causas graves”, sostuvo Carmona, asegurando que la base para su destitución fue ilegal e inconstitucional, ya que no se le permitió defenderse ni presentar alegatos.
El Congreso de Morelos aprobó el jueves su destitución con 16 votos a favor y, horas después, nombró a Edgar Antonio Maldonado Ceballos como el nuevo fiscal estatal, quien ocupará el cargo por un periodo de nueve años.
La solicitud de desafuero de Cuauhtémoc Blanco por el delito de violación en grado de tentativa está en curso, y aunque el proceso podría tardar varias semanas, dependerá de la aprobación de la mayoría oficialista en el Congreso de la Unión. Hasta ahora, Blanco no ha hecho comentarios sobre los señalamientos en su contra.
