La península de Yucatán se destaca como uno de los destinos turísticos más atractivos de México, pues por sus características es considerada como paradisiaca. Las aguas cristalinas de sus blancas playas, una gastronomía reconocida a nivel internacional, más el misticismo de la cultura Maya que rodea toda la península a través de sus costumbres y sitios arqueológicos, crean un escenario perfecto para pasar una aventura inolvidable en compañía de toda la familia.
Sin embargo, la actividad humana siempre es asociada a la contaminación del medio ambiente. La península de Yucatán no es la excepción. Como consecuencia del flujo masivo de turistas, se han encontrado en la zona la presencia de contaminantes de diversa índole como antibióticos, medicamentos, productos de “skincare” o cuidado personal y también hidrocarburos provenientes de la gasolina, de los escapes de vehículos motorizados y hasta del asfalto que se emplea para facilitar el acceso a sitios de interés turístico.No obstante, el turismo no es la única actividad económica que contamina la región. Al sur de la península se practica una agricultura con paquetes tecnológicos basados en el uso intensivo de pesticidas para incrementar la producción de los cultivos, lo que ocasiona que residuos de estos químicos permanezcan en la zona tras cumplir su propósito.
Los tan famosos cenotes, que forman una parte esencial de la cultura y cosmovisión Maya, así como del atractivo turístico de la zona, también juegan un papel importante en la problemática ambiental de la península. El suelo de la zona, de tipo kárstico, es uno de los factores mas importantes que ha contribuido a la formación de los cenotes, pues este suelo se caracteriza por una alta permeabilidad y un drenaje subterráneo. Desafortunadamente, esta característica también contribuye a que los contaminantes que se generen en casi cualquier punto de la región permeen hacia las aguas subterráneas que forman parte del anillo de cenotes, facilitando su difusión hacia todo el territorio peninsular a la vez que dificulta su tratamiento y remoción.
La situación presentada es alarmante si se considera que muchos de los contaminantes que han sido encontrados, por diversos grupos de investigación en la península, están asociados a enfermedades crónico-degenerativas como la insuficiencia renal,enfermedades cardiocerebrovasculares o distintos tipos de canceres.
Sin duda se deben tomar medidas precautorias y correctivas que garanticen el derecho humano a un ambiente sano para todos los mexicanos peninsulares, así como de los millones de turistas que disfrutan de las bondades del territorio Maya. Por esta razón, en conjunto con otras problemáticas ambientales en el resto de México, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (CONAHCYT)ha formado al Laboratorio Nacional CONAHCYT de Toxicología Socioambiental (LANCTOXS).
El LANCTOXS articula una serie de laboratoriospertenecientes a universidades públicas y centros de investigación mexicanos, tales como la Universidad Autónoma de México (UNAM) o la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), a través delliderazgo del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C. (CIATEJ) con sede en Guadalajara y subsedes en Zapopan, Monterrey y Mérida.
Las principales funciones que tienen los investigadores asociados a LANCTOXS es la atención a las personas perjudicadas por emergencias ambientales, a través de infraestructura y capacidad técnico-analítica, para detectary visibilizar contaminantes ambientales, permitiendo que se genere un sustento científico que contribuya a una mejor legislación y penalización en materia ambiental.
El LANCTOXS, a través de la subsede sureste del CIATEJ en la ciudad de Mérida, Yucatán, buscará contribuir en la detección oportuna de los contaminantes previamente mencionados, así como en la propuesta de soluciones pertinentes para disminuir el impacto ambiental en la península de Yucatán. De esta forma, se trabajará para regresar el equilibrio ambiental que tanto ha caracterizado a la región y al que todos los mexicanos tienen derecho.