La presidenta rechaza amenazas intervencionistas y asegura que nunca permitirá que se viole la soberanía nacional.
Durante la conmemoración del Día de la Constitución, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó la independencia de México ante las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles del 25% a productos mexicanos, endurecer las deportaciones de migrantes y clasificar a los cárteles mexicanos como terroristas.
Desde el Teatro de la República, en Querétaro, Sheinbaum enfatizó que la soberanía y dignidad de México no están en negociación, subrayando que el país no es “colonia ni protectorado de nadie”.
“Podrán amenazarnos con cometer cualquier atropello, pero jamás permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestro pueblo y nuestra patria”, afirmó la mandataria.
Sin mencionar directamente a Estados Unidos, Sheinbaum advirtió sobre el riesgo del intervencionismo extranjero, asegurando que México no aceptará presiones ni sometimiento en temas de seguridad, comercio y migración.
“Cooperación sí, subordinación no. Colaboración sí, sometimiento no. Nada de ingerencismo, ni intervencionismo, tampoco de racismos ni clasismos”, declaró, entre aplausos de los asistentes.
La postura de Sheinbaum llega en un contexto de creciente tensión diplomática. La administración Trump había anunciado la imposición de aranceles del 25% a todos los productos mexicanos a partir del martes, argumentando “alianzas entre los cárteles y el Gobierno de México”.
Sheinbaum rechazó categóricamente estas acusaciones, calificándolas como “terriblemente irresponsables”, al tiempo que defendió la lucha de su administración contra el tráfico de drogas y la migración irregular.
A pesar del tono firme en su discurso, la presidenta logró un acuerdo con Trump para pausar la imposición de aranceles durante un mes, a cambio del despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera para reforzar la seguridad y frenar los flujos migratorios.
Los acuerdos también incluyen mayores esfuerzos conjuntos contra el tráfico de fentanilo, un tema prioritario para la Casa Blanca. Sin embargo, la pausa es temporal y las negociaciones seguirán en las próximas semanas.
En su discurso, Sheinbaum hizo un reconocimiento a los millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, reiterando que su gobierno los defenderá ante políticas discriminatorias y seguirá promoviendo la protección de sus derechos.
“Nuestros hermanos migrantes son parte de nuestra nación. Los reconocemos, los valoramos y los defendemos”, enfatizó.
Finalmente, la presidenta aseguró que cualquier intento de afectar la independencia de México “se topará con un pueblo valiente, que sabe luchar por sus derechos y su patria”.
La relación entre México y Estados Unidos enfrenta un momento clave, con negociaciones comerciales y de seguridad en marcha, mientras Sheinbaum busca equilibrar la colaboración diplomática con la defensa de la soberanía nacional.
