Los restos de las 67 víctimas del choque en pleno vuelo de la semana pasada entre un avión de American Airlines y un helicóptero del Ejército cerca de la capital de la nación ya fueron recuperados, informaron las autoridades el martes. Sólo uno de los cuerpos no ha sido identificado.
En tanto, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB por sus iniciales en inglés) informó que analiza nuevos datos podrían colocar al helicóptero por encima de su altitud máxima de vuelo de 200 pies (61 metros). La pantalla de control de tráfico aéreo del aeropuerto, que depende de sensores de radar y otros datos, lo ubicaba a 300 pies (91 metros), indicó la agencia. Sin embargo, la cifra habría sido redondeada a los 100 pies más cercanos, según las autoridades.
Los investigadores dijeron que necesitan obtener más información del Black Hawk, el cual continúa sumergido, para corroborar los datos.
La registradora de vuelo del avión indicaba una altitud de 325 pies (99 metros), con un margen de error de 25 pies (7,6 metros).
Horas antes, los equipos de recuperación que trabajaban en aguas agitadas sacaron del río Potomac algunos fragmentos de gran tamaño del avión, incluida el ala derecha, el fuselaje central y partes de la cabina delantera, la cabina de mando, el cono de cola y el timón.