
Ronald Reagan, expresidente de Estados Unidos de América y miembro del Partido Republicano al que pertenece Donald Trump, hizo la siguiente declaración que ahora retoman republicanos muy destacados de ese partido político y que difunden profusamente en redes sociales en una plataforma que se llama “Republicans against Trump” (Republicanos en contra de Trump) que textualmente dice: “Our peaceful trading partners are not our enemies; they are our allies. Whe should be aware of the demagogues who are ready to declare a trade war against our friends, weakening our economy, our national security, and the entire free world, all while clinically waving the American flag” cuya traducción es: “Nuestros pacíficos socios comerciales no son nuestros enemigos; son nuestros aliados. Debemos tener cuidado con los demagogos que están dispuestos a declarar una guerra comercial contra nuestros amigos debilitando nuestra economía, nuestra seguridad nacional y todo el mundo libre, todo ello mientras ondean cínicamente la bandera estadounidense”. En esa misma ocasión Reagan destaca que “la expansión de la economía internacional no es una invasión extranjera, fue un triunfo americano el cual trabajamos duro para conseguir y es algo central de nuestra visión de un mundo pacífico y próspero en libertad. Después de la Segunda Guerra Mundial, América abrió el camino para desmantelar las barreras comerciales y crear un sistema mundial de comercio internacional que puso las bases para décadas de un crecimiento económico incomparable; Sí, recordando a nuestro Padres Fundadores de 1776 ellos creían que debíamos pelear por el libre comercio y podemos celebrar su victoria porque hoy el comercio está en el corazón de nuestras alianzas y asegura la paz y garantiza nuestra libertad; es la fuente de nuestra prosperidad y el camino para un futuro aún más brillante para América”.
James Carville, quien era el estratega de la campaña del Partido Demócrata en 1992, puso en la mesa de discusión del equipo del candidato Bill Clinton tres frases que pretendían enfocar la campaña del candidato que a todas luces llevaba desventaja ante George H. W. Bush (padre) y una de ellas fue la de “the economy, stupid” (“la economía estúpido”), misma que lo llevó a ganar la elección y convertirse en presidente de la primer potencia mundial. Luego la frase se popularizó como «es la economía, estúpido» y la estructura de esta ha sido utilizada para destacar los más diversos aspectos que se consideran esenciales. La frase se instaló en la cultura política estadounidense y también internacionalmente y se sigue usando para referirse a otras cuestiones consideradas prioritarias y/o en las que hay que enfocarse de manera estratégica como «¡es el déficit, estúpido!», «es la empresa, estúpido», «son las matemáticas, estúpido», «son los votantes, estúpido». etc. Es por ello por lo que el concepto de “North America Stupid” (o lo que es lo mismo “es Norteamérica estúpido”) aplica perfectamente para mandar un mensaje respetuoso pero muy claro al señor Donald Trump, recién inaugurado presidente del vecino país del norte, para que entienda que lo que debemos cuidar es la integración de la región toda si queremos tener TODOS, ellos y nosotros y tal vez la humanidad, un verdadero futuro bajo el eje de los lineamientos de lo que representan como potencia mundial.
La instauración de severos aranceles que impulsa Donald Trump para México, Canadá y China dejo de ser un intento de presión para que nuestro país y otros de Latinoamérica acepte más deportados y detengan el flujo de migrantes y drogas hacia el país y se convirtió en parte de una herramienta proteccionista que pretende llevar empleos manufactureros de regreso a Estados Unidos, lo cual marca una gran diferencia a lo sucedido en su primer mandato cuando los aranceles se utilizaron principalmente como palanca de negociación. Cabe recordar que Canadá, México y China son los tres mayores socios comerciales de Estados Unidos, al que suministran de automóviles, medicamentos, calzado, madera, productos electrónicos, acero y muchos otros productos. Juntos, representan más de un tercio de los bienes y servicios importados o comprados a Estados Unidos, y sostienen decenas de millones de puestos de trabajo estadounidenses. Todos los analistas económicos coinciden en que la guerra comercial es una de las causas de mayor fricción para la economía global y que el incremento de aranceles aprobados por EU y las represalias adoptadas por China han traído ya como consecuencias un estancamiento del comercio internacional y el debilitamiento de la demanda global.
En esta coyuntura álgida, frente a un presidente de Estados Unidos como Donald Trump que genera alteraciones y mucho nerviosismo, es fundamental recordar lo que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha reiterado en el sentido de que tenemos una Mesa de Diálogo con el gobierno de Estados Unidos en la que se acuerdan TODOS LOS DÍAS los temas de migración, Soberanía y Derechos Humanos, y también de seguridad. En este último siempre en el marco de cuatro principios: la responsabilidad compartida; la confianza mutua; la colaboración y; el respeto a nuestra soberanía. La presidenta de México, con la cabeza fría como lo ha reiterado también el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, promueve un diálogo entre iguales con el gobierno de Estados Unidos de América. Sin duda son tiempos de unidad nacional y hacer énfasis en la importancia de la integración de Norteamérica para competir en el Mundo; por eso reiteramos: North America Stupid!