El pontífice se tambaleó brevemente en la audiencia jubilar, pero continuó con el acto tras recibir apoyo.
Este sábado, el Papa Francisco vivió un pequeño percance cuando el mango de su bastón se rompió mientras ingresaba al Aula Pablo VI para la audiencia jubilar. A pesar de tambalearse por un momento, el pontífice de 88 años logró evitar una caída gracias al apoyo inmediato de su asistente y del jefe de la prefectura de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza, quienes lo acompañaron hasta su asiento, donde pudo continuar con el evento.
Las imágenes difundidas por diversos medios muestran cómo el Papa se desestabilizó, pero rápidamente recibió ayuda para mantenerse en pie. El incidente no pasó desapercibido para los asistentes, quienes animaron al pontífice con aplausos, lo que permitió que la audiencia prosiguiera sin más contratiempos.
Francisco, quien enfrenta problemas de rodilla desde hace años, se apoya en un bastón para caminar o se desplaza en silla de ruedas. El Papa ya había sufrido caídas en el pasado; en diciembre de 2024, se golpeó el mentón con su mesilla de noche, lo que le causó una contusión y un hematoma en el rostro.
Tras el incidente, el pontífice siguió con su discurso ante miles de asistentes y luego saludó al público en silla de ruedas, continuando con la audiencia jubilar.
