El pontífice destaca que es un tiempo para cambiar de dirección y renovar la esperanza
El papa Francisco llevó a cabo este sábado su segunda audiencia jubilar del año 2025, en la que proclamó que el Jubileo representa “un nuevo inicio para las personas y para la Tierra”. Ante miles de fieles congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice instó a los presentes a ver este tiempo sagrado como una oportunidad para reflexionar, redirigir sus pasos y renovar la esperanza.
“Todo se puede ver desde otra perspectiva y así también nuestros pasos van hacia metas nuevas. Así surge la esperanza que nunca decepciona”, destacó Francisco durante su mensaje, que fue seguido también por unos 2 mil peregrinos desde la Basílica de San Pedro.
El papa explicó que el Jubileo no solo es un evento religioso, sino un momento crucial para replantear la vida personal y colectiva dentro del “sueño de Dios”. “Es un tiempo donde todo es repensado dentro del sueño de Dios”, afirmó. Con esta reflexión, el líder de la Iglesia católica invitó a los fieles a dejar atrás viejos hábitos, abrazar la transformación espiritual y abrirse a nuevas metas llenas de esperanza.
Francisco también evocó figuras bíblicas que simbolizan el cambio y la renovación de la fe, como María Magdalena, resaltando que la esperanza también se alimenta del encuentro con personas que han sabido transformar sus vidas y alinearse con el sueño divino.
El Jubileo, también conocido como “Año Santo”, es un acontecimiento religioso de gran relevancia que se celebra cada 25 años. Durante este período, la Iglesia católica invita a sus fieles a fortalecer la fe, practicar la solidaridad y buscar la reconciliación espiritual. Entre los ritos más significativos se encuentra el cruce de las Puertas Santas de la Basílica de San Pedro y otras basílicas romanas, lo que simboliza la apertura del corazón hacia la gracia divina y la obtención de indulgencias.
El pontífice concluyó su intervención recordando que, a pesar de los desafíos del mundo actual, la esperanza sigue siendo un faro que nunca se apaga. “La esperanza de la fe es un don que se renueva cuando nos atrevemos a cambiar, a mirar la vida desde la perspectiva del amor y la misericordia de Dios”, sentenció Francisco, dejando un mensaje de aliento para creyentes de todo el mundo.