La iniciativa es impulsada por la Arquidiócesis de México y ya ha dado resultados en la búsqueda de personas.
Madres buscadoras han ampliado la instalación de “Buzones de Paz” en diversas iglesias de la Ciudad de México y el Estado de México, con el objetivo de recabar información anónima y segura que ayude a encontrar a sus seres queridos desaparecidos.
La iniciativa, respaldada por la Arquidiócesis Primada de México, busca agilizar las búsquedas ante la ineficiencia de las autoridades, según denunciaron las madres durante un encuentro con monseñor Francisco Javier Acero, obispo auxiliar de la Arquidiócesis.
Entre los testimonios presentados, destaca el caso de Maribel Enciso, quien desde septiembre de 2010 busca a su hija María José, robada cuando tenía 11 meses en Tecámac, Estado de México. Aunque la responsable del delito fue sentenciada a 84 años de prisión, se ha negado a revelar el paradero de la niña, quien hoy tendría 15 años.
Otro testimonio es el de Julieta Jiménez, madre de Sergio Gerardo, desaparecido en octubre de 2023 en la alcaldía Álvaro Obregón, Ciudad de México. Ella, al igual que muchas madres, enfrenta la indiferencia de las autoridades y la falta de avances en la investigación.
Ante la desesperación y la falta de respuestas, la Arquidiócesis ha implementado la colocación de estos buzones en iglesias de Ecatepec, la zona del Ajusco, Veracruz, Guerrero y Morelos, ofreciendo a la ciudadanía un canal seguro para proporcionar información clave sobre casos de desaparición.
El proyecto ya ha rendido frutos, pues en la zona del Ajusco, estos buzones han sido fundamentales para la localización de varias personas con vida.
Las madres buscadoras esperan que esta estrategia se expanda a más regiones del país y que las autoridades se sumen a los esfuerzos ciudadanos para encontrar a los miles de desaparecidos en México.