La medida, que causó confusión y bloqueos en servicios federales, fue detenida temporalmente por un juez antes de ser revocada por el Gobierno.
La Casa Blanca rescindió este lunes una orden que había congelado de forma inmediata todas las subvenciones y préstamos federales, una decisión que había generado caos y confusión en su implementación. La medida había sido bloqueada temporalmente por un juez federal, quien impidió su ejecución durante una semana.
En un memorando emitido por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), se anunció que la orden de congelación quedaba oficialmente rescindida. “El memorando M-25-13 de la OMB queda rescindido”, indicó la oficina, dirigida a los jefes de departamentos y agencias ejecutivas, quienes habían sido instruidos a seguir la orden de congelación. La medida, que afectaba tanto a ayudas federales como a préstamos, había generado inconvenientes, incluso provocando la caída de los portales de pagos federales, como el sistema de seguro de salud público Medicaid.
La administración justificó inicialmente la orden como un intento de garantizar que todos los fondos federales cumplieran con las recientes órdenes ejecutivas emitidas por el presidente Donald Trump, las cuales incluyeron restricciones a los derechos de las personas transgénero y recortes a programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Sin embargo, los efectos negativos de la medida fueron inmediatos, afectando potencialmente miles de millones de dólares destinados a una variedad de programas gubernamentales.
Entre los programas que se verían impactados por la congelación se incluyen los préstamos estudiantiles, asistencia alimentaria, financiación de investigaciones sanitarias y recursos para organizaciones que apoyan a veteranos y personas con discapacidad. Además, la medida podría haber perjudicado la ayuda destinada a zonas devastadas por incendios en California e inundaciones en Carolina del Norte, áreas en las que Trump había prometido apoyo federal tras visitar las regiones afectadas la semana pasada.
El caos generado por la orden llevó a un bloque temporal por parte de un juez federal, que suspendió la medida durante una semana. Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, declaró que el Gobierno de Trump estaba “preparado para librar esta batalla en los tribunales”, mientras el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, advirtió que Trump “trataría de buscar otra manera” de implementar su plan.
A pesar de esto, Schumer celebró la rescisión de la orden, afirmando que “los estadounidenses se defendieron y Donald Trump reculó”, marcando un triunfo momentáneo para quienes se oponen a las políticas restrictivas impulsadas por la administración Trump.
Con esta reversión, el Gobierno estadounidense se enfrenta a nuevos desafíos relacionados con la distribución de fondos y la protección de derechos civiles, mientras las tensiones políticas sobre los recortes y las políticas de inclusión continúan en aumento.