El Vaticano publicó el documento Antiqua et Nova, donde analiza los retos y riesgos éticos de la inteligencia artificial en áreas como la educación, la salud y las relaciones internacionales.
El Vaticano ha emitido un documento titulado Antiqua et Nova, en el que reflexiona sobre los avances y los riesgos de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad moderna. El texto, desarrollado por diversos ministerios vaticanos y con aportaciones del Papa Francisco, examina las implicaciones éticas y sociales de la IA, advirtiendo de los peligros que conlleva su uso en áreas clave como la educación, la economía, el trabajo, la salud y las relaciones internacionales.
El documento destaca la IA como una “oportunidad”, pero subraya los riesgos que implica, entre ellos el control de la tecnología por unas pocas empresas poderosas. Además, expresa su preocupación sobre cómo la IA podría ser utilizada para manipular la opinión pública o difundir información falsa, como los deepfakes, y advierte que “ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano”, especialmente en el caso de armas autónomas letales.
En el ámbito educativo, la Iglesia católica resalta el peligro de que la IA favorezca la automatización de tareas sin fomentar el desarrollo del pensamiento crítico entre los estudiantes. También se señala que la IA podría causar un aislamiento social perjudicial, especialmente en los niños, y ser utilizada de manera inmoral en áreas como la educación o las relaciones humanas.
El Vaticano insiste en que la IA no debe reemplazar el trabajo humano ni sustituir el papel de la inteligencia humana, ya que esto podría perjudicar a la humanidad. En su conclusión, el documento llama a la prudencia, instando a que la IA sea utilizada únicamente como una herramienta complementaria y no como un reemplazo del juicio y la ética humana.
Además, el Vaticano subraya que la IA debe ser vigilada cuidadosamente para evitar que sea utilizada con fines manipuladores o para reemplazar valores fundamentales de la humanidad.
