La decisión, notificada a la ONU, deja en suspenso los compromisos climáticos de la mayor economía del mundo.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha confirmado que la salida oficial de Estados Unidos del Acuerdo de París se hará efectiva el 27 de enero de 2026, casi un año después de que el país notificara su decisión al secretario general de la ONU, António Guterres. Esta notificación marca la segunda ocasión en que la nación norteamericana abandona el tratado internacional contra el cambio climático.
El anuncio fue realizado por Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, durante su rueda de prensa diaria. “La retirada será efectiva un año después de la notificación oficial, de acuerdo con las disposiciones del Acuerdo de París”, detalló.
Esta decisión recuerda el periodo de la primera presidencia de Donald Trump (2017-2021), cuando Estados Unidos también se retiró del acuerdo, aunque su salida efectiva no se concretó sino hasta noviembre de 2020. Sin embargo, bajo la administración de Joe Biden, el país se reincorporó rápidamente al tratado en 2021, mostrando su compromiso renovado con la lucha contra el cambio climático.
La salida de Estados Unidos genera interrogantes sobre el cumplimiento de sus compromisos climáticos. En la cumbre del clima COP29, celebrada en Bakú en noviembre de 2024, el país se comprometió a financiar 300 mil millones de dólares para la adaptación climática hacia 2035. Sin embargo, la retirada del acuerdo pone en duda la continuidad de esta promesa.
Ante esta incertidumbre, el multimillonario Michael Bloomberg ha anunciado que su fundación financiará temporalmente los compromisos climáticos de Estados Unidos, como ya lo hizo durante el primer periodo de retiro.
Con esta decisión, Estados Unidos se unirá a un pequeño grupo de países que han abandonado el Acuerdo de París, entre ellos Irán y Yemen. La retirada llega en un momento crítico, ya que este año los países firmantes deben presentar nuevos planes de acción para reducir sus emisiones.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante el impacto de la retirada de la mayor economía del mundo en los esfuerzos globales por combatir el cambio climático. La ONU y otros organismos han instado a Estados Unidos a reconsiderar su decisión, enfatizando la urgencia de actuar frente a la crisis climática.
Con esta decisión, el papel de Estados Unidos en la lucha global contra el cambio climático queda en entredicho. Mientras tanto, los países firmantes del acuerdo deberán ajustar sus estrategias para mantener el rumbo hacia la meta de limitar el calentamiento global a 1.5 °C, un desafío que se hace aún más complicado sin la colaboración activa de una de las principales potencias mundiales.