El Boletín de los Científicos Atómicos mueve el “Reloj del Juicio Final” a solo 89 segundos de la medianoche, citando riesgos nucleares, el cambio climático, y la inteligencia artificial como factores de catástrofe global.
El “Reloj del Juicio Final”, creado en 1947 para advertir sobre la amenaza de una guerra nuclear, se acerca más que nunca a la medianoche, el punto simbólico de la aniquilación global. Este martes, el Boletín de los Científicos Atómicos anunció que ha ajustado el reloj a 89 segundos de la medianoche, un segundo menos que el año pasado, debido a las crecientes amenazas globales.
Según Daniel Holz, presidente del Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín, los riesgos que influyen en esta decisión no son nuevos, pero no se ha logrado avanzar lo suficiente en la resolución de estos problemas. Entre los factores que contribuyen a esta medida están el riesgo nuclear, el cambio climático, y el uso potencialmente peligroso de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y los avances en biología.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022 sigue siendo una fuente significativa de riesgo nuclear. La guerra en Ucrania podría escalar a un conflicto nuclear debido a decisiones erróneas o accidentes, advirtieron los científicos. Además, la postura de Rusia, que ha reducido el umbral para un ataque nuclear, genera más preocupaciones sobre el uso de armas nucleares en el conflicto.
Oriente Medio también sigue siendo una zona de inestabilidad, con el conflicto en Gaza y las tensiones en Irán, mientras que China ha intensificado la presión militar cerca de Taiwán y Corea del Norte continúa con sus pruebas nucleares. En este contexto, cualquier conflicto en estas regiones podría involucrar a potencias nucleares con consecuencias devastadoras.
La inteligencia artificial, por su parte, ha generado una creciente preocupación por su uso militar y sus implicaciones para la seguridad global. Los avances en IA en el campo de batalla, especialmente los relacionados con armas nucleares, son motivo de alarma, así como su influencia en la manipulación de la información a nivel mundial.
Con la alarma puesta a solo 89 segundos de la medianoche, los científicos hacen un llamado urgente a los líderes mundiales para tomar medidas decisivas frente a estos riesgos cada vez más inminentes.