Los Angeles Lakers están viviendo un momento de dulce. Después de superar a los Boston Celtics en uno de sus mejores partidos de la temporada, los angelinos se han impuesto a los Golden State Warriors por un resultado de 118 a 108 en un partido muy serio en ambos lados de la cancha.
Anthony Davis impuso su ley desde el primer minuto para liderar el triunfo con un doble-doble de 36 puntos y 13 rebotes. Steve Kerr intentó minimizar el impacto del interior con distintas asignaciones defensivas y quintetos en pista, pero una vez más quedo patente la falta de centímetros de los Warriors.
Aun así, los de San Francisco aguantaron el tipo durante la primera mitad gracias al acierto exterior, los rebotes ofensivos de Trayce Jackson-Davis y la dirección de un Stephen Curry que no dejó nada para después del descanso: anotó sus 13 puntos en los primeros dos cuartos y en la segunda mitad erró los ocho tiros que intentó.
Quienes no levantaron el pie del acelerador fueron LeBron James, quien apoyó la producción de Davis con otro doble-doble de 25 puntos y 12 asistencias, y Austin Reaves, autor de 16 puntos. Aun así, sería Max Christie el que, con dos triples consecutivos a mediados del tercer cuarto, daría una ventaja de doce puntos que los Lakers administrarían el resto del encuentro.