“¡Con los niños no!”, enfatiza la Arquidiócesis de México tras el asesinato de dos menores en Sinaloa.
La Iglesia católica lanzó un enérgico llamado a las autoridades para proteger a niños y niñas, garantizando espacios seguros para jugar, aprender y convivir, alejados del riesgo de ser víctimas de la delincuencia organizada. Esto ocurre tras el reciente asesinato de dos menores en Sinaloa, un hecho que conmocionó al país.
En su editorial dominical Desde la Fe, la Arquidiócesis de México recordó el trágico caso de Gael y Alexander Sarmiento, de 9 y 12 años, quienes fueron asesinados junto con su padre en Culiacán mientras viajaban en su vehículo. Presuntamente, los responsables del crimen son integrantes de organizaciones criminales.
“¡Con los niños no!” subrayó la Iglesia, destacando que estos actos reflejan un preocupante nivel de deshumanización en la delincuencia. “¿Cómo llegamos a un punto donde nos hemos insensibilizado ante noticias de asesinatos y violencia? Ahora incluso niños son víctimas y pareciera que hemos perdido la capacidad de sorprendernos”, lamentó.
La Arquidiócesis resaltó que los niños son el presente y futuro de la humanidad, un “tesoro alegre” que debe ser custodiado. “Es imperativo ofrecerles ambientes que fomenten la esperanza, hoy mutilada por la violencia y el crimen”, enfatizó.
Además, hizo un llamado a quienes han optado por el camino de la delincuencia, instándolos a reflexionar sobre el sufrimiento que causan, especialmente a los más vulnerables.
La violencia en Sinaloa, particularmente en Culiacán, ha dejado más de 600 asesinatos desde que surgió una pugna interna en el Cártel de Sinaloa el año pasado. La situación se agravó tras la captura de los líderes Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos.
Miles de personas, incluidas familias con niños, han salido a las calles de Culiacán para exigir un alto a la violencia y la renuncia del gobernador Rubén Rocha. Este ha sido señalado por presuntos vínculos con el narcotráfico, tras las declaraciones de Zambada que aseguran que tenía una reunión pactada con él el día de su captura.
El clamor de la Iglesia se suma al de miles de ciudadanos que piden un alto a la violencia, justicia para las víctimas y un compromiso real de las autoridades para proteger a los más vulnerables.
