Estados Unidos cambia oficialmente el nombre del Golfo de México a Golfo de América

Donald Trump oficializa el cambio de nombres históricos en Estados Unidos para reflejar el “legado de grandeza estadounidense”.

El Departamento del Interior de los Estados Unidos anunció este 25 de enero la oficialización de los cambios de nombre del Golfo de México y el Monte Denali. A partir de ahora, en territorio estadounidense, estas icónicas ubicaciones serán conocidas como el Golfo de América y el Monte McKinley, respectivamente.

El comunicado detalla que la medida es resultado de una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, quien aseguró que este cambio busca “preservar y celebrar el patrimonio histórico y la grandeza estadounidense”.

El Golfo de México, renombrado como Golfo de América, es descrito en el comunicado oficial como un recurso fundamental para la economía e historia de Estados Unidos. “Con más de 2,700 kilómetros de costa y casi 65 millones de hectáreas, el Golfo ha sido una arteria clave para el comercio, la producción de energía y las industrias marítimas de nuestro país”, destacó el Departamento del Interior.

El cambio no solo busca honrar los aportes económicos del golfo, sino también subrayar su papel como patrimonio compartido de la nación. La decisión ha generado reacciones encontradas tanto dentro como fuera de Estados Unidos, especialmente entre los países ribereños del golfo, como México y Cuba.

Por otro lado, el pico más alto de América del Norte, conocido como Denali, recuperará oficialmente su antiguo nombre de Monte McKinley. Este cambio rinde homenaje al presidente William McKinley, quien lideró a la nación durante la guerra hispanoamericana y dejó un legado que, según el comunicado, refleja la resiliencia y determinación estadounidenses.

“El Monte McKinley simboliza el espíritu estadounidense y su capacidad de superar desafíos. Es un recordatorio del sacrificio de nuestro 25.º presidente, quien fue trágicamente asesinado mientras estaba en el cargo”, subrayó el Departamento del Interior.

Estas modificaciones han desatado una ola de controversias. Organizaciones indígenas de Alaska, que consideran a Denali como un sitio sagrado, han expresado su rechazo, argumentando que la restitución del nombre McKinley borra su herencia cultural.

En el ámbito internacional, el cambio del nombre del Golfo de México ha sido percibido por analistas como una medida unilateral que podría tensar las relaciones con los países vecinos, particularmente con México, que comparte gran parte de la línea costera del golfo.

El presidente Trump defendió estos cambios como una reafirmación del “orgullo y la identidad nacional”, pero los críticos argumentan que estas acciones podrían desviar la atención de temas más urgentes como el cambio climático o las relaciones diplomáticas.

Mientras tanto, las autoridades estadounidenses han comenzado a implementar estas denominaciones en mapas oficiales, publicaciones gubernamentales y otros registros oficiales, marcando así un nuevo capítulo en la narrativa histórica del país.

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