El Departamento de Estado de EE.UU. refuta informe de NBC News sobre el rechazo de un avión militar para deportaciones y defiende la cooperación con México.
Luego de que trascendiera el viernes que México habría rechazado una solicitud del gobierno del presidente Donald Trump para permitir el aterrizaje de un avión militar estadounidense destinado a deportar migrantes, Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, desmintió dicha información.
A través de su cuenta oficial en X (anteriormente Twitter), Bruce calificó las noticias como “mentiras” y enfatizó que se trataba de una campaña para desacreditar la “exitosa alianza con México”, la cual, según ella, ha sido clave para la seguridad en la región. “La verdad es que cuatro vuelos de la agencia de inmigración y aduanas de Estados Unidos (ICE) arribaron a México el día de ayer”, destacó la portavoz.
En su mensaje, Bruce también mencionó que dos vuelos adicionales fueron enviados a Guatemala, los cuales transportaron a migrantes originarios de ese país. Además, señaló que más de dos mil migrantes fueron deportados a México tanto por aire como por tierra el jueves anterior, haciendo referencia a las promesas de deportación formuladas durante la campaña presidencial de Donald Trump.
“Se hicieron promesas y se mantienen las promesas”, indicó Bruce, refiriéndose a los compromisos de la administración Trump con respecto a la repatriación de migrantes.
El anuncio de que México había rechazado el aterrizaje de un avión militar estadounidense había causado controversia y preocupación, ya que sugería un quiebre en la cooperación entre ambos países en el tema migratorio. Sin embargo, el gobierno estadounidense negó las versiones difundidas, reafirmando que la colaboración en materia de seguridad y control migratorio continúa siendo efectiva.
Este intercambio de declaraciones resalta las tensiones que persisten en torno al manejo de la migración en la frontera entre México y Estados Unidos, con ambas naciones trabajando de manera conjunta pero a menudo encontrándose en desacuerdo sobre la implementación de políticas y protocolos.
A pesar de la polémica, tanto Estados Unidos como México han enfatizado su compromiso en trabajar juntos para garantizar la seguridad en la región y abordar de manera conjunta los desafíos migratorios, sobre todo en el contexto de las caravanas y el flujo continuo de migrantes provenientes de Centroamérica y otros países.
La postura del gobierno de México ante los vuelos de deportación y la colaboración en el tema migratorio sigue siendo un tema delicado en la agenda bilateral, con diversas opiniones y reacciones tanto dentro de los gobiernos como de la sociedad civil en ambos países.