La agencia de la ONU respalda el plan mexicano de recepción y reasentamiento ante la operación migratoria de Trump.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) expresó su disposición de intensificar el apoyo a México en caso de un incremento significativo en las deportaciones masivas provenientes de Estados Unidos, tras las medidas migratorias anunciadas por el presidente estadounidense Donald Trump al inicio de su mandato.
En una conferencia de prensa, el portavoz de ACNUR, Matthew Saltmarsh, destacó la capacidad histórica de México para proteger los derechos de los refugiados y subrayó que la colaboración con las autoridades mexicanas será crucial en los próximos meses. “México ha sido un gran defensor de los derechos de los refugiados a través de un sistema de asilo sólido, y eso será esencial dado el complejo panorama regional”, aseguró.
Saltmarsh confirmó que el gobierno mexicano ya trabaja en un plan integral para manejar posibles aumentos en las deportaciones. Este plan incluye la creación de centros de recepción en la frontera norte del país y el desarrollo de estrategias de reasentamiento en distintas regiones del territorio nacional.
“ACNUR está dispuesto a apoyar más a México con nuestro personal y presencia en el terreno”, afirmó el portavoz. Desde 2023, ACNUR ha colaborado estrechamente con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), brindando asistencia directa a 200,000 personas.
El creciente flujo migratorio ya se evidenció el año pasado, cuando México recibió 130,000 solicitudes de asilo, un aumento del 33% respecto a 2022. Estas cifras reflejan la presión que podría intensificarse con las nuevas políticas estadounidenses.
El presidente Donald Trump ha retomado la mano dura contra la migración irregular, ordenando un operativo masivo que en pocos días ha resultado en 538 arrestos de migrantes y la deportación de “centenares” más, según datos de la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE).
El miércoles, el Pentágono anunció el despliegue de 1,500 efectivos militares adicionales en la frontera con México, así como helicópteros y analistas de inteligencia para reforzar el control migratorio. Esta estrategia también incluye vuelos masivos de deportación desde centros de detención en San Diego y El Paso, con el objetivo de deportar a más de 5,000 migrantes en los próximos días.
La presión migratoria genera preocupación en México y América Latina, pues las deportaciones masivas podrían desbordar las capacidades actuales del sistema de asilo mexicano. ACNUR subrayó la importancia de coordinar esfuerzos internacionales para garantizar una respuesta humanitaria y eficiente ante esta situación.
“Seguiremos trabajando codo a codo con México para proteger a quienes más lo necesitan”, concluyó Saltmarsh, reiterando el compromiso de la agencia con los refugiados y solicitantes de asilo.
La colaboración entre las autoridades mexicanas, organismos internacionales y actores locales será fundamental para enfrentar este desafío humanitario en desarrollo.
