Más de 25 mil elementos de seguridad, encabezados por el Servicio Secreto se encargará de que la segunda juramentación de Donald Trump se realice en tranquilidad
Más de 25 mil elementos de las diferentes corporaciones de seguridad de los Estados Unidos, encabezados por el Servicio Secreto se encargará de que la segunda juramentación de Donald Trump se lleve a cabo en tranquilidad, pese al llamado a las protestas de grupos que ven vulnerados sus derechos con el arribo de republicano y las políticas que ha anunciado seguirá.
A lo largo del Capitolio, la zona de monumentos, hasta la Casa Blanca se han dispuesto de 48 kilómetros de vallas y cinturones de seguridad que estará funcionando desde esta noche de domingo hasta la tarde del lunes.
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Trump encabezó este día la ceremonia de colocación de una corona en el Cementerio Nacional de Arlington en recuerdo a los elementos militares qur han perdido la vida en defensa de los Estados Unidos.
Asistió a un mitin de victoria de MAGA en el Capital One Arena donde ofreció una actuación la agrupación Village People.
Finalmente, cerró su día con cuna cena con donantes de su campaña.
Mañana asistirá a una misa en la iglesia de San John frente a la Casa Blanca. Este lugar conocido como la iglesia de los presidentes. De hecho, hay un asiento especial para el mandatario en turno.
Antes de partir al Capitolio, estará en la Casa Blanca junto a su esposa Melania para tomar el té con la pareja Biden, John y Jill, en lo que será la despedida formal del presidente 46.
En los alrededores del National Mall desde este domingo hay decenas de comerciantes que ofrecen souvenirs de la toma de protesta.
Desde destapadores, vasos, plumas, gorras. Hasta muñecos de peluche, cubiertas de celulares y artículos de cocina, en precios que van de los 2 dólares hasta los 50.
El clima jugará un papel importante en esta ceremonia pues debido a la baja temperatura, menos 2 grados esta noche y mañana durante la ceremonia menos 5 grados y por la noche menos 10, obligó a cambiar la ceremonia al interior del Congreso como en 1985 lo hizo Ronald Reagan evitando con ello que las más de 200 mil personas que se esperaba asistieran a la ceremonia, se congelen.