A pesar del aumento del secularismo, las religiones siguen teniendo un fuerte impacto en la humanidad, con miles de creencias vivas y un creciente diálogo interreligioso.
A pesar de las percepciones de que la religión está perdiendo fuerza a nivel global, cálculos recientes indican que más del 80% de la población mundial practica alguna religión o cree en una divinidad. De acuerdo con el investigador Guillermo Hurtado, del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, aunque el secularismo y la globalización han incrementado, todavía estamos lejos de superar el “periodo teológico”, como sugirió Augusto Comte en el siglo XIX.
Hurtado sostiene que la humanidad ha experimentado siempre alguna forma de religión, un fenómeno común en todas las culturas a lo largo de la historia. En un mundo donde las preguntas sobre la existencia, el dolor, la muerte y el sentido de la vida siguen siendo sin respuesta científica, la religión continúa ofreciendo consuelo y explicaciones.
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Según datos del Pew Research Center, en 2020 la distribución religiosa era la siguiente: un 31% de la población mundial se identificaba como cristiana, el 24.9% como musulmana, el 15.2% como hindú, el 6.6% como budista, y el resto pertenecía a otras creencias. En México, el 98% de la población se identifica como católica, mientras que 14.3 millones practican alguna otra religión. La Secretaría de Gobernación del país tiene registradas más de 10 mil asociaciones religiosas.
En este Día Mundial de las Religiones, celebrado el tercer domingo de enero, Hurtado reflexiona sobre la necesidad de fomentar la tolerancia y el entendimiento entre las distintas creencias, así como entre aquellos que no practican ninguna.
“Hay algo profundamente humano en la religión. Preguntas como ‘¿por qué estamos aquí?’ o ‘¿a dónde vamos?’ siguen siendo universales y son las que nos conectan, independientemente de nuestras creencias”, afirma el filósofo.
A lo largo de la historia, las religiones han servido para explicar lo inexplicable, y en la actualidad, muchas personas encuentran consuelo y sentido en ellas. Aunque algunas religiones están disminuyendo, como el catolicismo en Europa, otras están experimentando un crecimiento, como el cristianismo en África. La migración y la globalización han acelerado estos procesos, con comunidades que a veces abandonan sus creencias tradicionales o se convierten a otras religiones.
En el ámbito del diálogo interreligioso, Hurtado destaca iniciativas como “El Atrio de los Gentiles”, promovido por la Iglesia Católica desde 1986, un espacio que reúne a personas de diferentes creencias, incluidas agnósticos y ateos, con el objetivo de fomentar el entendimiento mutuo y la tolerancia.
“El desafío actual es cómo podemos dialogar con personas que tienen creencias completamente diferentes a las nuestras. Debemos encontrar puntos de encuentro sin que nuestras creencias se conviertan en barreras”, concluye Hurtado.
El Día Mundial de las Religiones invita a reflexionar sobre el papel fundamental de la religión en la vida humana y la necesidad de una convivencia respetuosa en una sociedad cada vez más plural y secularizada.