A pesar del alto al fuego, las autoridades israelíes aseguran que el desmantelamiento de Hamás sigue siendo su principal objetivo y no descartan retomar las hostilidades.
El Ejército israelí ha dejado claro que está decidido a retomar los combates contra Hamás en Gaza tras el alto al fuego que entró en vigor hoy, según afirmó el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, durante una visita a las tropas en el norte del enclave. En declaraciones a los soldados, Halevi destacó que las fuerzas israelíes han logrado eliminar a unos 3,000 milicianos en su ofensiva en Gaza, la cual comenzó a principios de octubre, y que están “orgullosos” de haber dado un paso atrás para permitir la liberación de decenas de rehenes.
“Nos enorgulleceremos y estaremos decididos a volver a los combates en el futuro”, agregó el responsable militar, dejando claro que el alto al fuego no significa el fin de sus objetivos.
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Este alto al fuego, que se acordó como parte de un acuerdo entre Israel y Hamás, tiene una duración de seis semanas y permitirá el intercambio de 33 rehenes israelíes por más de 1,900 prisioneros palestinos. Durante este tiempo, también se llevarán a cabo negociaciones para una segunda fase de la tregua, en la que se completará la liberación de todos los secuestrados israelíes en Gaza y se sentarán las bases para el fin de la guerra.
Sin embargo, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, subrayó que, a pesar de los avances logrados, Israel aún no ha desmantelado por completo las capacidades militares y gubernamentales de Hamás, lo cual sigue siendo uno de los objetivos principales de la ofensiva. “La guerra en sí misma no es un objetivo, pero si no tenemos otra opción que recurrir nuevamente a las acciones militares para lograr estos objetivos, lo haremos”, afirmó Saar, advirtiendo que el alto al fuego es solo una pausa temporal.
En este mismo sentido, el ministro de Defensa, Israel Katz, señaló que la guerra no cesará hasta que todos los secuestrados israelíes regresen a casa. Durante su visita a las tropas en el kibutz de Reim, cerca de la Franja de Gaza, Katz afirmó que “nos cuidaremos de mantener las zonas de amortiguación y responderemos con fuerza a cualquier violación y amenaza”.
Por su parte, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, de la coalición de ultraderecha Sionismo Religioso, reiteró su amenaza de que la actual coalición gobernante en Israel podría verse amenazada si no se establece un gobierno militar en Gaza. Esta postura resalta las tensiones dentro del gobierno israelí, mientras algunos sectores de la política de derecha exigen una postura más agresiva frente a Hamás.
A medida que se implementa el alto al fuego y se liberan los rehenes, el futuro de la guerra en Gaza sigue siendo incierto, con las autoridades israelíes advirtiendo que el desmantelamiento de las capacidades de Hamás es una condición indispensable para la estabilidad en la región.
