Fallece David Lynch, director de Dune en 1984

Este 16 de enero, el mundo del cine está de luto tras el fallecimiento de David Lynch, el icónico director estadounidense conocido por su estilo surrealista y oscuro, a los 78 años.

Cabe señalar que Lynch no solo transformó el cine y la televisión con su particular visión, sino que también dejó su huella en México durante el rodaje de Dune (1984). Aunque esta versión de la clásica novela de ciencia ficción de Frank Herbert enfrentó críticas mixtas y un resultado modesto en taquilla, se ha convertido en una pieza de culto para los fanáticos del cine.

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Anuncian la muerte de David Lynch

La noticia fue confirmada por su familia a través de una publicación en Facebook: “Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. […] Hay un gran hueco en el mundo ahora que ya no está con nosotros”. El cineasta, que revolucionó la industria con obras como Blue Velvet y Twin Peaks, deja un legado imborrable.

Esto desató rápidamente una ola de reacciones tanto de fans, como de famosos alrededor del mundo, quienes lamentaron la pérdida de este artista.

Dónde se grabó Dune en México

En busca de economizar, la producción de Dune se llevó a cabo principalmente en los Estudios Churubusco, ubicados en la alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México. Este lugar emblemático del cine mexicano proporcionó el escenario para los imponentes sets de Arrakis, el desértico planeta central en la trama de la historia.

El rodaje también incluyó la participación de actores mexicanos como Ernesto Laguardia, Angélica Aragón, Claudia Ramírez y Humberto Elizondo, quienes interpretaron papeles secundarios en la producción. Destaca la escena donde el joven Laguardia es asesinado por el malvado barón Vladimir Harkonnen, interpretado por Kenneth McMillan, una de las más impactantes del filme.

Aunque la versión de Lynch de Dune no logró el éxito esperado, se consolidó como un referente para futuras adaptaciones del universo creado por Herbert. Además, su realización en México refuerza la importancia del país como un espacio clave para el cine internacional.

David Lynch nos deja con una frase que solía repetir: “Mantén la vista en la dona y no en el agujero”, un recordatorio de encontrar belleza incluso en los momentos más oscuros.