La Arquidiócesis de México invita a la ciudadanía a colaborar en el esfuerzo para reducir la violencia y evitar que los jóvenes vean en las armas una alternativa de vida.
La Iglesia católica en México hizo un llamado a toda la sociedad para trabajar en conjunto para que “las armas callen”, destacando la importancia de evitar que los jóvenes encuentren en las armas una forma de vida. En un editorial publicado en su semanario “Desde la fe”, la Arquidiócesis expresó su preocupación por el impacto de la violencia armada y subrayó que la reconstrucción del tejido social requiere la participación de todos los sectores de la sociedad.
“Invitamos a toda la sociedad a trabajar para que las armas callen, para que los jóvenes no encuentren en una pistola o un rifle una alternativa, para que atendamos el grito de dolor y sufrimiento que las armas han provocado en miles de familias, para mover a los corazones cerrados, heridos o solitarios, que hoy encuentran satisfacción en el sonido de las balas”, se lee en el mensaje de la Iglesia.
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El texto también señala que, aunque la labor de la Iglesia es distinta a la del gobierno, empresarios y otros actores sociales, todos tienen algo que aportar en el esfuerzo por la paz. En este contexto, la Arquidiócesis reconoció la relevancia de la campaña “Sí al desarme, sí a la paz”, lanzada recientemente por el Gobierno de México, subrayando que la paz es urgente y necesaria.
La campaña fue anunciada el pasado viernes por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien destacó que el programa tiene como objetivo el desarme de la ciudadanía, ofreciendo a cambio dinero en efectivo y promoviendo el intercambio de juguetes bélicos por otros que no fomenten la violencia. El programa tiene el respaldo de la Iglesia, que en días recientes había sido crítica de las políticas de seguridad y violencia bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En su intervención, Sheinbaum detalló que el programa permitirá a los ciudadanos entregar armas sin necesidad de investigaciones, con el compromiso de destruir las mismas para evitar que continúen circulando en la sociedad. La mandataria también mencionó que el programa busca evitar que más armas lleguen a México desde Estados Unidos, de donde proviene el 74 por ciento de las armas incautadas en el país, según informes del Departamento de Justicia estadounidense.
El lanzamiento del programa de desarme también refleja una nueva aproximación entre el gobierno de Sheinbaum y la Iglesia católica, tras diferencias previas sobre el diagnóstico de la violencia en el país. Este acercamiento tiene lugar en un contexto en el que México enfrenta altos índices de violencia, con más de 196,000 asesinatos reportados durante el sexenio de López Obrador.
El rector de la Basílica de Guadalupe, Efraín Hernández, quien estuvo presente en el lanzamiento del programa, destacó el valor histórico del evento y el compromiso de las autoridades por buscar la unidad, solidaridad y paz para el país.