Por primera vez, jueces, magistrados y ministros serán elegidos por voto popular; la medida busca garantizar justicia libre de corrupción.
Durante el evento de conmemoración por los primeros 100 días de su mandato, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la reciente reforma al Poder Judicial como un paso clave hacia la consolidación de la democracia en México.
En su discurso en el Zócalo capitalino, Sheinbaum subrayó que, con las nuevas disposiciones, los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación serán elegidos por voto popular el próximo 1 de junio de 2025.
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“Por primera vez en la historia, el Poder Judicial será verdaderamente independiente”, afirmó. Según la mandataria, estas reformas buscan erradicar la corrupción que ha afectado al sistema judicial y restaurar los principios democráticos, republicanos y sociales consagrados en la Constitución de 1917.
La presidenta destacó que estas reformas no buscan concentrar poder, sino promover un sistema judicial transparente y comprometido con el bienestar público. “Si el objetivo hubiera sido controlar la Corte, habríamos replicado prácticas autoritarias del pasado. Pero no somos autoritarios; somos demócratas”, expresó Sheinbaum, en referencia a casos históricos como las reformas del sexenio de Ernesto Zedillo en 1995.
Como parte del paquete de reformas, se aprobaron leyes secundarias que contemplan la creación de un comité para supervisar la integridad y capacidad de los aspirantes a jueces y magistrados. Este modelo electoral tiene como objetivo fomentar la confianza ciudadana y garantizar que la justicia no sea influenciada por intereses económicos o políticos.
Sheinbaum calificó la reforma como un “hito histórico” y aseguró que es un paso decisivo hacia un sistema legal más honesto y comprometido con el bienestar del país.
“La elección democrática de quienes imparten justicia es una garantía de que la ley estará al servicio del pueblo y no de intereses privados”, sostuvo.
En su cierre, la presidenta reiteró su compromiso con el humanismo mexicano, pilar de la Cuarta Transformación, y la construcción de una nación más justa y equitativa.
Con estas reformas, México avanza hacia un modelo de justicia verdaderamente democrático, en línea con los ideales de transformación social y política impulsados desde el inicio de este gobierno.
