Con el nuevo programa ‘Sí al desarme, sí a la paz’, el Gobierno de Claudia Sheinbaum canjeará armas por dinero en efectivo, buscando reducir la violencia en el país.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lanzó este jueves 10 de enero en la Basílica de Guadalupe el programa ‘Sí al desarme, sí a la paz’, una iniciativa que permitirá a la ciudadanía entregar sus armas a cambio de dinero en efectivo y recibir juguetes no bélicos a cambio de los que fomentan la violencia, con el objetivo de reducir la cantidad de armas en los hogares mexicanos y promover un ambiente de paz en el país.
En su intervención, Sheinbaum destacó que el programa tiene un enfoque sin juicio ni investigación hacia quienes entreguen las armas. “Este programa consiste en que, sin investigar a nadie, si hay un arma en el hogar, se entregue, se reciben recursos económicos a cambio y el arma se destruye”, declaró. La presidenta también subrayó el principal objetivo de la estrategia: “No debe haber armas en nuestros hogares, este es el propósito, y trabajaremos para que sea una realidad”.
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El programa forma parte de la nueva estrategia de seguridad del Gobierno de Sheinbaum, la cual se basa en cuatro ejes fundamentales: atención a las causas de la violencia, consolidación de la Guardia Nacional, uso de inteligencia contra el crimen, y coordinación entre las autoridades federales y estatales. Esta iniciativa se presenta en un contexto en el que el Gabinete de Seguridad de la administración reportó que los homicidios dolosos en México disminuyeron un 16.3 por ciento durante el primer trimestre de la gestión de Sheinbaum, lo que representa un promedio de 72.8 víctimas diarias en diciembre, frente a las 87 diarias registradas en septiembre durante el último mes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Con respecto a la cantidad de armas que se esperan recoger, el Gobierno de Sheinbaum no ha dado una meta específica. No obstante, ha destacado que México enfrenta un grave problema relacionado con el tráfico de armas provenientes de Estados Unidos, país de donde proviene el 74 por ciento de las armas incautadas por las autoridades mexicanas, según un informe del Departamento de Justicia de EE.UU. Cada año, alrededor de 200 mil armas ingresan al país desde el norte, lo que agrava la violencia en diversas regiones del territorio mexicano.
En este contexto, la titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, explicó que el programa contará con brigadas de voluntarios que recorrerán iglesias católicas, evangélicas y otros lugares de culto, así como realizando operativos “calle por calle” y “casa por casa” para incentivar la entrega de armas. “Nadie les preguntará sobre el origen del arma, es un proceso totalmente anónimo”, aseguró Rodríguez, quien también precisó que las armas, como rifles, pistolas, granadas y hasta lanzamisiles, serán destruidas inmediatamente por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y el dinero que se entregue a cambio se basará en un tabulador publicado en el Diario Oficial.
Este programa también representa un acercamiento entre la presidenta Sheinbaum y la Iglesia católica, que durante las campañas electorales tuvieron diferencias sobre el diagnóstico de la violencia en México. Sin embargo, este lanzamiento fue bien recibido por el rector de la Basílica de Guadalupe, Efraín Hernández, quien destacó el compromiso del Gobierno para trabajar en unidad y solidaridad por la paz. “Este es un día histórico porque la presencia de la ciudadana presidenta de México nos da testimonio de su preocupación y de su interés por llevar a México a esta condición de unidad, solidaridad y paz”, manifestó el rector.
La puesta en marcha de este programa se perfila como una de las principales acciones del nuevo gobierno en materia de seguridad, buscando reducir la violencia armada que afecta a diversas comunidades del país.
