El gobierno de Joe Biden rechazó la investidura de Nicolás Maduro y exigió la juramentación de Edmundo González Urrutia como nuevo presidente tras acusar fraude en las elecciones de 2024.
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el secretario de Estado Antony Blinken, ha reiterado su negativa a reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, tras la toma de posesión de este para un nuevo mandato ante una Asamblea Nacional controlada por el chavismo. En un comunicado, Blinken calificó el acto de “ceremonia de investidura ilegítima” y lo describió como un “intento desesperado por tomar el poder”.
El funcionario estadounidense destacó que, según su gobierno, Nicolás Maduro perdió claramente las elecciones presidenciales de 2024 y, por tanto, “no tiene derecho a reclamar la presidencia”. En lugar de reconocer a Maduro, Estados Unidos apoya la asunción del opositor Edmundo González Urrutia, a quien considera el legítimo ganador de las elecciones. Blinken subrayó que González Urrutia debe juramentar como nuevo presidente y dar inicio a una transición democrática en Venezuela.
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El comunicado también rechazó el “fraudulento” anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el chavismo, que proclamó a Maduro como vencedor de los comicios del 28 de julio de 2024. Según la oposición, existen pruebas documentales que respaldan la victoria de González Urrutia.
El gobierno de Biden, que pronto será sucedido por Donald Trump, ha intensificado su presión contra el régimen de Maduro. En un movimiento relacionado, la Administración estadounidense elevó a 25 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, quien es acusado de narcotráfico. También se ofreció la misma cantidad por información sobre el ministro del Interior, Diosdado Cabello, y 15 millones de dólares por el arresto del ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
El gobierno de Estados Unidos ha implementado medidas de sanción contra el liderazgo chavista, incluyendo la prohibición de entrada al país a cerca de 2 mil personas vinculadas a Maduro y la imposición de sanciones económicas a 187 personas relacionadas con su régimen.
Paralelamente, la administración de Biden anunció la extensión por 18 meses del programa de estatus de protección temporal (TPS) para venezolanos que residen en EE.UU., como respuesta a la “grave emergencia humanitaria” que atraviesa Venezuela.
En su declaración, Blinken reiteró el apoyo de Estados Unidos a las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano, instando a que las voces y los votos de los venezolanos sean respetados.
