Jean-Marie Le Pen, líder histórico de la extrema derecha en Francia y fundador del Frente Nacional, muere en París tras varios meses de delicado estado de salud.
Jean-Marie Le Pen, el hombre que durante cuatro décadas fue la cara más representativa de la extrema derecha francesa y que fundó el Frente Nacional (FN) en 1972, falleció a los 96 años. Su muerte, anunciada por el presidente de la Agrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, en un mensaje en X, se produjo en un centro hospitalario de Garches, en las afueras de París, donde había estado internado en las últimas semanas debido a problemas de salud graves.
Le Pen fue uno de los políticos más influyentes en la historia reciente de Francia, siendo una figura controvertida debido a sus posturas en temas como la migración, la globalización y la soberanía nacional. A lo largo de su carrera, que incluyó cinco intentos fallidos de alcanzar la presidencia, el político logró posicionar al FN como una de las principales fuerzas políticas de Francia, especialmente después de llegar a la segunda vuelta presidencial en 2002, donde fue derrotado por Jacques Chirac.
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Aunque su figura fue polarizante, Jean-Marie Le Pen dejó un legado duradero, especialmente en la forma en que su partido, hoy conocido como Agrupación Nacional (RN), continúa influyendo en la política francesa. En los últimos años, su hija, Marine Le Pen, ha seguido sus pasos al frente del partido, consolidándose como una de las líderes más prominentes de la extrema derecha en Europa.
El FN, que posteriormente se transformó en RN en 2018, ha experimentado un crecimiento considerable bajo la dirección de Marine Le Pen. En las elecciones de 2024, el partido se convirtió en la formación más votada en las elecciones europeas y legislativas, con más de 11 millones de votos. El partido rindió homenaje a su fundador en un comunicado en el que destacaba su visión sobre temas clave como la migración, la soberanía nacional, y la identidad francesa.
Jean-Marie Le Pen fue un político que desafió las normas de la política francesa y desafió a los partidos tradicionales, impulsando un discurso nacionalista y anti-inmigración que sigue resonando en la política actual. A lo largo de su carrera, aunque tuvo desacuerdos con varios presidentes, logró captar la atención de una base electoral que comparte sus puntos de vista sobre la identidad francesa y la protección de la nación frente a las amenazas externas.
El partido RN destacó en su comunicado que Le Pen fue un “visionario” que introdujo en el debate público temas que, a su juicio, estructuran la política de hoy, tales como la globalización y los desafíos demográficos y migratorios de Francia. Su legado y su figura seguirán siendo parte fundamental de la narrativa política francesa por años más.
A pesar de la controversia que lo rodeó a lo largo de su carrera, y a pesar de las críticas por sus posiciones sobre el racismo y la inmigración, Le Pen sigue siendo recordado como un luchador por la soberanía de Francia. Según su partido, será considerado un “defensor emblemático” de los pueblos y las naciones en su lucha por mantener su identidad y dignidad.