Presidenta de México se reunirá con el INE para afinar detalles de elección judicial

Polémica crece en torno a la primera elección de jueces y magistrados en México, marcada por desafíos presupuestales y de organización.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó que se reunirá este jueves 9 de enero con el Instituto Nacional Electoral (INE) para revisar los detalles organizativos de la elección judicial prevista para junio. Este será el primer proceso en el que los mexicanos podrán elegir en las urnas a jueces, magistrados, ministros de la Suprema Corte, integrantes del Tribunal Electoral y del Tribunal de Disciplina Judicial.

“Ellos (los consejeros del INE) ya aprobaron el presupuesto y tienen propuestas de cómo serán las boletas y la organización de la elección”, señaló Sheinbaum durante su conferencia matutina, minimizando las preocupaciones en torno a posibles complicaciones en el proceso.

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La elección judicial, resultado de la reforma constitucional al Poder Judicial promulgada en septiembre pasado, enfrenta críticas de diversos sectores. El INE, organismo autónomo encargado de supervisar los comicios, advirtió que solo recibió poco más de seis mil millones de pesos, menos de la mitad del presupuesto de 13 mil millones solicitado, lo que podría comprometer aspectos clave como la distribución de las boletas y la cobertura de distritos electorales.

Además, opositores y expertos han señalado la falta de claridad en las normas que regirán las campañas, así como en la organización de los distritos para definir qué juzgados estarán sujetos a votación. Por su parte, la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed) ha expresado su preocupación por una posible intromisión del Ejecutivo y del crimen organizado en el proceso.

Pese a estas advertencias, Sheinbaum reafirmó su confianza en que los comicios se llevarán a cabo sin inconvenientes: “No hay riesgo en la elección. Va a ser una buena elección”, aseguró.

La mandataria también destacó la importancia histórica de este ejercicio democrático, aunque los críticos alertan sobre los riesgos de implementar un modelo electoral inédito en un contexto de limitaciones presupuestales, desafíos logísticos y posibles vulneraciones a la independencia judicial.

El INE y el Gobierno federal enfrentan ahora el reto de demostrar que las elecciones judiciales no solo serán viables, sino también transparentes, equitativas y libres de interferencias.