Dan último adiós a agente del INM asesinado en Ciudad Juárez

Luis Alberto Olivas, agente migratorio, fue despedido entre exigencias de justicia y mayores medidas de protección para el personal del INM.

Familiares, amigos y compañeros del Instituto Nacional de Migración (INM) dieron el último adiós a Luis Alberto Olivas García, agente asesinado el pasado 30 de diciembre en las instalaciones del Centro de Prevención y Control de Migrantes (Precos) en Ciudad Juárez.

El funeral se realizó el jueves al mediodía en la colonia Partido Escobedo, con la presencia de Francisco Garduño, titular del INM, quien optó por no emitir declaraciones a la prensa.

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Luis Alberto Olivas, originario de Ciudad Juárez, había servido en el INM desde 1999. Irónicamente, el 31 de diciembre, horas después de su trágica muerte, estaba programado para recibir un reconocimiento por sus 25 años de servicio en la administración pública federal.

El ataque ocurrió cuando dos migrantes extranjeros utilizaron piedras como armas dentro del centro de migrantes. Tras un operativo en la región, las autoridades detuvieron a los presuntos responsables. Este incidente ha generado indignación y demandas de mayores medidas de seguridad para los agentes migratorios, quienes trabajan bajo creciente presión en la región fronteriza.

El contexto del crimen refleja la complejidad de la situación migratoria en Ciudad Juárez, donde miles de personas intentan cruzar a Estados Unidos en medio de restricciones migratorias cada vez más severas. La inminente toma de posesión del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, el 20 de enero, ha intensificado las tensiones, con nuevas exigencias de Washington hacia México para frenar la migración.

En semanas recientes, se ha observado a migrantes caminando por la carretera que conecta Chihuahua con Ciudad Juárez, con la esperanza de entregarse a las autoridades migratorias mexicanas. Sin embargo, la creciente presión y las condiciones en los centros migratorios han llevado a acusaciones de abusos por parte del INM, alimentando un clima de frustración y desesperación tanto para los migrantes como para los agentes que enfrentan esta crisis.

La muerte de Luis Alberto Olivas pone en evidencia los riesgos y desafíos a los que se enfrentan los agentes migratorios en su labor diaria, y ha encendido un llamado urgente por una revisión integral de las políticas de seguridad y migración en la frontera norte del país.